
5 SEPTIEMBRE 2025-INTERNACIONAL-La principal fuerza de oposición en Turquía, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), se encuentra al borde de la disolución. El partido, que fue fundado por Kemal Atatürk, padre de la República de Turquía, enfrenta una serie de arrestos y una crucial audiencia judicial que podría llevar a la destitución de toda su directiva. El CHP ha denunciado públicamente que el presidente Recep Tayyip Erdogan está utilizando el poder judicial para «destruirlo», un acto que el partido ha calificado de «golpe de Estado judicial». Esta lucha política por la supervivencia del partido se ha intensificado en los últimos meses.
La situación se ha agravado para el CHP desde las elecciones municipales de 2024, en las que el partido se convirtió en la principal fuerza política del país. Gülşah Deniz Atalar, vicepresidenta del partido, asegura que el gobierno se siente amenazado por la popularidad del CHP y está utilizando la justicia para mantener al partido bajo presión. A pesar de las acusaciones de Erdogan, el partido asegura que no se dejará intimidar y que continuará su lucha política en las calles y en los tribunales, demostrando que no se rendirá ante la presión del gobierno.
La situación judicial contra el CHP ha escalado rápidamente. A principios de semana, un tribunal destituyó a la dirección del partido en Estambul, argumentando sospechas de fraude en el último congreso. Ahora, la dirección nacional y su líder, Özgür Özel, podrían correr la misma suerte en una audiencia programada para el 15 de septiembre. El CHP, que ya ha organizado manifestaciones para denunciar lo que considera un «golpe de Estado judicial», asegura que si la directiva nacional es destituida, intensificará sus protestas, en un intento de lucha política para defender sus derechos.

¿Qué hay detrás del «golpe de Estado judicial»?
El presunto «golpe de Estado judicial» contra el CHP es un reflejo de la profunda división política que se vive en Turquía. El gobierno de Erdogan ha sido acusado en numerosas ocasiones de utilizar las instituciones del Estado, incluyendo el sistema judicial, para perseguir a la oposición y consolidar su poder. El caso del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, quien fue encarcelado y ahora es el candidato del partido para las próximas elecciones, es un claro ejemplo de la represión política del gobierno. La lucha por la supervivencia del CHP es, en esencia, una lucha por la supervivencia de la democracia en Turquía.
El CHP, a pesar de las acusaciones, no está solo en su lucha. En Turquía, la oposición política y los defensores de los derechos humanos han denunciado el autoritarismo del gobierno de Erdogan. El presidente, por su parte, ha argumentado que sus acciones son necesarias para mantener la estabilidad del país y combatir el terrorismo. Sin embargo, sus críticos aseguran que la represión política y el uso del sistema judicial para silenciar a la oposición son una violación de los principios democráticos y una amenaza para las libertades de los ciudadanos.