CIUDAD DE MÉXICO.— México encontró en el turismo ovni una estrategia innovadora para atraer visitantes y fortalecer la economía local. Lugares como Ciudad Madero, en Tamaulipas, y la misteriosa Zona del Silencio, ubicada entre Chihuahua, Durango y Coahuila, emergen como epicentros del turismo extraterrestre, generando una creciente derrama económica.
La Secretaría de Turismo (Sectur) busca convertir a Ciudad Madero en un referente del turismo internacional, aprovechando su entorno natural y el auge global del interés por fenómenos inexplicables.
En la última década, el número de visitantes en la región pasó de 517 mil a más de 3 millones, consolidando a Tamaulipas como un polo del turismo experiencial.
Más allá de Playa Miramar, los turistas ahora llegan atraídos por reportes de avistamientos de ovnis, alimentando la demanda de experiencias alternativas.
Esta tendencia ha posicionado a Ciudad Madero como un destino clave para quienes buscan lo insólito.
“El turismo vinculado a lo misterioso es una oportunidad de negocio clave para varias regiones del país”, señala el ufólogo y empresario Yohanan Díaz Vargas, destacando que estados como Tamaulipas, Querétaro, Jalisco y Baja California ya capitalizan este interés.
En México, de acuerdo con firmas de investigación de mercado, el 21% de la población cree en la posibilidad de que seres de otros planetas visiten la Tierra, lo que coloca al país entre los más receptivos a este tipo de experiencias, solo por detrás de India y China
Empresas como Volíbolo, pionera en rutas relacionadas con el fenómeno ovni desde 2009, ofrecen experiencias personalizadas para captar este creciente mercado.
Los tours, que oscilan entre 250 y 2,800 pesos, generan ingresos significativos para empresas locales y comunidades, dinamizando la economía regional.
Destinos populares
Entre los destinos más populares destacan Ciudad Madero, en Tamaulipas, famosa por sus reportes de avistamientos y considerada uno de los principales puntos de turismo ufológico, según reportaje de Milenio.
La Zona del Silencio, un triángulo de misterio entre Chihuahua, Durango y Coahuila, es conocido por fenómenos inexplicables. Además, Peña de Bernal, en Querétaro, otro sitio frecuente de avistamientos. Mientras que el Volcán Popocatépetl ofrece tours nocturnos para observar luces misteriosas y fenómenos atmosféricos.
La idea de los ovnitours suena divertida y original, la verdad es que atraer a más turistas con este tipo de cosas es algo positivo para las ciudades. Sin embargo, a veces me pregunto si no es un poco exagerado y si esto no desvirtúa lo que realmente se puede disfrutar en esos lugares. Hay tanto por explorar en un sitio sin necesidad de inventar historias sobre extraterrestres.