
5 SEPTIEMBRE 2025- INTERNACIONAL- La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha lanzado una seria advertencia: los incendios forestales que han arrasado España y Portugal durante el verano probablemente empeorarán la calidad del aire en todo el continente europeo. Según Lorenzo Labrador, científico jefe de la agencia climática de la ONU, las fuertes emisiones de estos fuegos tienen el potencial de afectar no solo a las ciudades peninsulares, sino también al resto de Europa occidental. Este empeoramiento de la calidad del aire es una consecuencia directa de la contaminación masiva generada por estos desastres naturales y, lamentablemente, es un fenómeno que ya se ha visto en otras partes del mundo.
Labrador ha recordado que el efecto de las emisiones contaminantes trasciende fronteras con facilidad. Puso como ejemplo los incendios forestales en Canadá del año pasado, cuyas emisiones de humo cruzaron el Atlántico y llegaron a notarse en Europa. Esto nos muestra que la crisis climática y la contaminación atmosférica son problemas globales que no respetan límites geográficos. La advertencia de la OMM nos obliga a repensar nuestra visión sobre los incendios forestales, que no solo destruyen bosques y causan muertes, sino que también tienen un impacto directo y negativo en la salud de millones de personas que viven a miles de kilómetros de distancia.

El experto hizo estos comentarios al presentar el boletín anual sobre calidad del aire de la OMM, que revela un aumento de la polución por partículas 2,5 PM en varias regiones del mundo, como Suramérica, Canadá, Siberia y África central. Estas diminutas partículas son las más contaminantes y nocivas para la salud humana, ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar graves problemas respiratorios y cardiovasculares. Sin embargo, no todo es un panorama desolador: el informe destaca una disminución de este tipo de polución en China oriental, especialmente en ciudades como Pekín, donde las medidas de mitigación han tenido resultados positivos, demostrando que la acción humana puede revertir estos efectos.
Los aerosoles y el complejo equilibrio del clima
El informe de la OMM también analiza la presencia de aerosoles, unas diminutas partículas que tienen un efecto complejo y contradictorio en el clima. Mientras algunos tipos de aerosoles, como los producidos por las emisiones de azufre, contribuyen al calentamiento global, otros tienen un efecto de enfriamiento al reflejar la radiación solar. La reducción de las emisiones de azufre en los combustibles ha mejorado la calidad del aire y ha reducido las muertes prematuras, pero ha acelerado ligeramente el calentamiento planetario en 0.04 grados centígrados, demostrando la complejidad de las soluciones climáticas. Este fenómeno muestra que cualquier acción para combatir la contaminación debe ser analizada de forma integral.
Por otro lado, la OMM subraya el aumento de los episodios de niebla invernal en muchas regiones del mundo, un fenómeno que ya no es puramente meteorológico. Los expertos advierten que la niebla es un síntoma del aumento de las emisiones de contaminantes causados por la acción humana. Este aumento es particularmente preocupante en regiones superpobladas como el norte de la India, donde millones de personas están expuestas a altos niveles de polución. La niebla invernal es una clara señal de que el problema de la contaminación es una amenaza constante.

El aumento de los incendios forestales en la Península Ibérica es un recordatorio de que la crisis climática está interconectada con la contaminación del aire. A medida que el planeta se calienta, las sequías se hacen más largas y los incendios se vuelven más frecuentes y más intensos. Estas catástrofes, a su vez, liberan toneladas de partículas contaminantes que viajan a través de los continentes y empeoran la calidad del aire. Por ello, la lucha contra la polución y el cambio climático deben ir de la mano, ya que son dos caras de la misma moneda.