
Los Dodgers lograron un hito sobresaliente al coronarse como bicampeones de la Liga Nacional y sellar su boleto a la Serie Mundial, tras barrer a los Brewers en la final de la campaña. Liderados por la extraordinaria actuación del japonés Shohei Ohtani, que conectó tres jonrones y lanzó siete entradas permitiendo solo dos hits, el equipo angelino reafirma su poderío en la postemporada.
Este resultado pone a los Dodgers en posición de intentar algo que no se logra desde hace más de dos décadas: ganar dos títulos consecutivos del Clásico de Otoño.
Dominio total en la postemporada
La actuación de Ohtani no solo fue brillante, sino también histórica: se convirtió en el primer lanzador de la historia en conectar un jonrón en su primer turno de un juego de playoffs.
Además, sus tres vuelacercas recorrieron un total combinado de 1 342 pies, y contribuyó desde la loma con una labor dominante.
Los Dodgers barrieron en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, algo que no habían hecho en sus 16 apariciones anteriores.
¿Qué representa este logro para Los Dodgers?
Este hito consolida a Los Dodgers como el primer equipo en la Liga Nacional en ganar banderines de forma consecutiva desde 2009.
La franquicia de Los Ángeles regresa así a la Serie Mundial por quinta vez en nueve temporadas, reflejando una estabilidad competitiva poco vista en el béisbol moderno.
Sin embargo, este éxito también plantea un reto: mantener el nivel de exigencia en la Serie Mundial, donde cada detalle cuenta y los rivales son cada vez más preparados.
Factores que marcaron la diferencia
El liderazgo de Ohtani fue fundamental, pero el equipo en su conjunto mostró una gran profundidad: el dominicano Teoscar Hernández conectó de 4‑1 con remolcada, el boricua Kike Hernández de 4‑0, y el cubano Andy Pagés de 3‑0.
La fórmula ganadora incluyó un pitcheo efectivo, bateo oportuno y una defensa sólida que limitó las oportunidades de Milwaukee. El manager de los Brewers reconoció la actuación de Ohtani como “icónica… tal vez la mejor actuación individual en un juego de postemporada”.
También es relevante que Milwaukee, que ganó 97 juegos en la temporada regular, no pudo evitar la barrida. Esto dice mucho de la consistencia y el temple que exhibió Los Dodgers en momentos clave.
Ahora, los Dodgers enfrentan otro desafío: convertirse en el primer equipo en ganar dos Series Mundiales consecutivas desde que los New York Yankees lograron tres títulos seguidos de 1998 a 2000.
Pero más allá del reto histórico, aparece la presión de cerrar el episodio: después de una semana de descanso, deberán enfocarse en su rival de la Serie Mundial, ya sea en el estadio de, por ejemplo, los Seattle Mariners o los Toronto Blue Jays, lo que exige que no se relajen.
En términos críticos, este momento también invita a reflexionar sobre la “fatiga” de los equipos dominantes: mantenerse en la cima exige renovarse, especializarse y evitar caer en la rutina. Los Dodgers tendrán que vigilar eso si quieren que su éxito no sea un episodio aislado.








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