
05 de Septiembre del 2025.- La Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo ha logrado la vinculación a proceso de una mujer identificada como Elizabeth Shekina “N” por su probable participación en un delito de trata de personas en la modalidad de prostitución ajena. El crimen, que involucra a dos menores de edad, fue descubierto gracias al programa “Prevención a través de la educación”, que opera en escuelas del municipio de Benito Juárez. Un Juez de Control, después de revisar las pruebas presentadas por la Fiscalía Especializada en el Combate al Delito de Trata y Explotación de Niñas, Niños y Adolescentes, decidió que existían elementos suficientes para imputar a la sospechosa y continuar con el proceso judicial.
El descubrimiento de este caso de trata de menores se dio en una escuela secundaria en la Supermanzana 64 de Benito Juárez. Gracias a la labor del programa “Prevención a través de la educación”, se pudo detectar a dos adolescentes que eran presuntas víctimas. Este programa, diseñado para generar confianza entre la comunidad escolar y las autoridades, fue fundamental para el rescate de las menores y para la posterior detención de Elizabeth Shekina “N”, quien se considera la posible responsable de estos hechos tan graves.
La investigación de la FGE reveló que las adolescentes eran reclutadas por una compañera de clases, quien les ofrecía trabajo como “escorts” a cambio de dinero y regalos. Una vez que las convencía, las llevaba con la ahora imputada, Elizabeth Shekina “N”, quien se encargaba de conseguir a los clientes. Este modus operandi demuestra la complejidad de la explotación de menores y cómo los criminales utilizan redes de confianza para cometer sus delitos, incluso dentro de las propias escuelas.
Según los datos presentados por la Fiscalía, los servicios sexuales se ofrecían con una tarifa de entre 2 mil 500 y 3 mil pesos. De esta cantidad, la mujer imputada, Elizabeth Shekina “N”, se quedaba con una comisión de 500 pesos. Los encuentros con los clientes no solo se daban en moteles de Quintana Roo, sino también en otros estados, lo que muestra el alcance de esta red de trata de personas. La Fiscalía ha logrado desarticular esta operación, evitando que más menores sean víctimas de este terrible delito.
Después de la vinculación a proceso, el juez impuso a Elizabeth Shekina “N” la medida cautelar de prisión preventiva por el lapso de un año o por el tiempo que dure el proceso judicial. Esta decisión es crucial para garantizar que la imputada no se escape y para proteger la integridad de las víctimas. La procuración de justicia en estos casos es de suma importancia, y la prisión preventiva es una herramienta clave para asegurar que el proceso se lleve a cabo sin riesgos para los involucrados.
Este caso es un claro ejemplo de la importancia de la prevención y la colaboración entre las instituciones y la sociedad. El programa “Prevención a través de la educación” ha probado ser una herramienta eficaz para combatir la trata de menores, y la FGE reitera su compromiso de trabajar sin descanso para proteger a los más vulnerables. La vinculación a proceso de Elizabeth Shekina “N” es un mensaje contundente de que los delitos de explotación sexual no quedarán impunes en Quintana Roo.
El éxito de la vinculación a proceso en este caso no se limita a la acción penal. Un valor añadido significativo es el modelo de intervención integral que la Fiscalía aplica para las víctimas. Además de la investigación y persecución del delito, la FGE activa inmediatamente protocolos de protección y apoyo psicológico para las menores. La identidad de las víctimas se mantiene en total reserva para protegerlas de futuras agresiones o estigmatización. Se les brinda atención médica, psicológica y, en coordinación con otras dependencias, se busca su reintegración en un ambiente seguro, ya sea con sus familias o en albergues especializados. Este enfoque multidisciplinario no solo busca castigar a los responsables, sino también reparar el daño a las víctimas, garantizando su bienestar y ayudándolas a reconstruir sus vidas lejos de la explotación. Es un compromiso que va más allá de la ley y se centra en la restauración humana.