Si algo nos ha quedado claro en los últimos años, es que en nuestro país hay un festival de música para prácticamente todos los gustos. Y si ustedes les gusta la psicodelia y sonidos de ese estilo, estamos seguros que el HIpnosis es uno de sus eventos favoritos y que de plano no se pueden perder ni una sola edición.
Desde hace algunos años, este festival se ha consolidado como uno de los más importantes de la CDMX. Y no es para menos, pues siempre nos presenta un lineup muy rifado para debrayarnos, en donde podemos encontrar actos nacionales e internacionales tanto muy grandes, proyectos emergentes e incluso leyendas underground que nunca habían venido a nuestro país.
Como era de esperarse, este 2023 el Hipnosis volvió con todo y con un cambio muy importante. Después de llevarse a cabo en el Parque Bicentenario hace un año, ahora los organizadores decidieron armar el festival en uno de los lugares al oriente de la capital chilanga que tienen muchísimo. potencial: el Parque Cuitláhuac.
Por supuesto que esto significó que se dieran algunos cambios para bien y otros a mejorar. Probablemente. muchos no tuvieron chance de lanzarse el 4 de noviembre a este eventazo, es por eso que acá les contaremos cómo se puso el festival, y sobre todo, lo que rifó y no tanto de esta nueva edición del Hipnosis.
Lo que rifó de Hipnosis 2023
El ambiente y la vibra dentro del festival
Siempre que vamos a un festival, ya estamos mentalizados a que estaremos en medio de un montón de personas apretados y empujándonos. Y sí, también sabemos que en un evento musical, en donde las bebidas espirituosas se consumen como agua en el desierto, existe el peligro de que alguien se desconecte y se arme la bronca.
Sin embargo, en Hipnosis 2023 la cosa fue muy diferente. Lo decimos porque a pesar de estar en un evento masivo, jamás sentimos que el ambiente se pusiera tenso. Al contrario, en el Parque Cuitláhuac la vibra estaba muy tranquila y eso hizo que pudiéramos disfrutar sin preocupaciones de cada uno de los actos que se presentaron.
Las presentaciones de Melody’s Echo Chamber, Temples, Boy Harsher y Toro y Moi
Por supuesto que dentro de las cosas que rifaron, están las presentaciones de varios actos del Hipnosis 2023 (que por cierto, aquí tenemos que señalar la puntualidad, pues prácticamente respetaron por completo los horarios de ambos escenarios). Y aunque a lo largo del día vimos varias bandas y artistas, tenemos qué mencionar específicamente a cuatro.
Melody’s Echo Chamber nos regaló un set súper íntimo y psicodélico, donde la artista francesa se aventó un gran recorrido por su carrera, pues se echó rolas de las más nuevas y por supuesto, clásicos como “I Follow. You” que nos llegaron directito al cora. ¿Y saben qué es lo mejor de todo? Que Melody se notaba muy contenta por tocar en el festival, pues a cada rato mencionaba lo afortunada que se sentía de estar ahí.
Temples nos entregó uno de los show más poderosos del Hipnosis 2023. Aunque su presentación empezó con algunos problemas (que luego mencionaremos), la banda británica no se agüitó y se rifaron como los grandes, haciendo que el público saltara y se emocionara a más no poder al ritmo de sus guitarrazos. Con decirles que hasta el frío se nos quitó con los del Reino Unido, quienes conectaron con la gente demostrando que sabían muy bien en dónde estaban: Iztapalapa.
Ya casi en la recta final del festival, Boy Harsher también nos puso a sacar los prohibidos con su peculiar sonido dark. El dúo estadounidense no nos dio descanso, pues durante una hora el Parque Cuitláhuac fue una pista oscura. Pero eso sí, el momento más cool de su set fue cuando coverearon “Wicked Game” de Chris Isaak, una versión muy chida.
Antes de que The Flaming Lips se subieran al escenario, Toro y Moi dejó al público calientito para lo que se venía. El músico y productor también armó una fiesta muy chill dentro del Hipnosis 2023, pues se echó un setlist que nos llevó por la calma hasta la locura con temazos como “Ordinary Pleasure”, “Who I Am” y hasta “The Difference”.
The Flaming Lips se llevaron por completo el Hipnosis 2023
Vamos a ser honestos: estamos seguros que muchos compraron su boleto para el Hipnosis 2023 única y exclusivamente para ver a The Flaming Lips. Y la verdad es que no los culpamos, pues ya tenía mucho tiempo que no visitaban la CDMX (porque eso sí, en los últimos años tocaron en Puebla y Querétaro). Sin embargo, la espera valió la pena, porque dieron un showsazo en el festival (y de plano se lo robaron).
Wayne Coyne y compañía volvieron para festejar el vigésimo aniversario de Yoshimi Battles the Pink Robots, uno de sus discos más icónicos que se echaron completito. Y sí, como era de esperarse, armaron un espectáculo audiovisual que simplemente nos voló la cabeza, con los clásicos infables de robots, lluvias de papelitos y pelotas pasando por todo el público.
Pero además de tocar este álbum, The Flaming Lips se aventaron tres rolas más para terminar con su presentación en el Hipnosis 2023, la más esperada de todo el festival. Definitivamente, lo que esta banda provoca en vivo es indescriptible, es de esos grupos que de plano tienes que ver al menos una vez en la vida porque sus shows son simplemente mágicos.
Un festival que se preocupa por la basura
Quizá este punto no sea de peso para muchos, pero de unos años para acá, los festivales de nuestro país mencionan que están haciendo cosas para que su impacto ambiental sea el menor (y eso sí, no todos cumplen con lo que dicen). Sin embargo, con su debido tamaño, el Hipnosis sí se está poniendo las pilas en este tema.
A pesar de que faltaron algunos botes, constantemente pasaban los rifados trabajadores de limpieza entre el público recogiendo vasos y demás basura. Y más allá de que fuera algo estético, esto es increíble para que el Parque Cuitláhuac siga siendo un espacio de recreación digno y limpio para todos los chilangos. Aplauso.
Lo que no rifó tanto…
Aún le falta un poco al Parque Cuitláhuac
Como ya lo mencionábamos antes, el Parque Cuitláhuac tiene un montón de potencial para convertirse en un lugar para llevar eventos musicales y de cualquier tipo al oriente de la CDMX. Sin embargo, en esta primera edición del Hipnosis en el festival, nos quedó claro que aún le falta un poquito para ser un venue ideal.
Aunque el festival se rifó poniendo camiones gratuitos de camino al parque y también vendía paquetes con transporte ida y vuelta, la salida del lugar fue un poco complicada. Y no lo mencionamos porque sea difícil salir, sino porque alrededor y a pesar de unos cuantos vendedores ambulantes, todo se sentía un tanto solo.
Esto provocó cierta sensación de inseguridad y que muchos tuvieran que arreglárselas para dejar la zona como pudieran (pues los taxistas de aplicaciones nomás no querían parar ahí). Quizá sea cosa de que se vayan organizando más eventos en el Parque Cuitláhuac para que haya más actividad cerca, pero quizá sea un punto a considerar si es que se arma la segunda edición de Hipnosis en este mismo lugar.
De ahí en fuera, honestamente no hay queja con el espacio, pues el que ocupó el festival fue pequeño pero funcional para el aforo de público que se esperaba (de hecho, todo se sintió muy cómodo). Aunque eso sí, a pesar de contar con espacio para personas con discapacidad (lo cual es increíble), el camino hacia los escenario está lleno de piedras y grava, lo que hace muy complicado ingresar con una silla de ruedas, por ejemplo.
De plano este parque tiene muchas virtudes para convertirse en un espacio en el que puedan tocar bandas y artistas nacionales e internacionales, pues cuenta con un terreno super amplio y así, se descentralice un poco los conciertos y festivales en la CDMX. Sin embargo, no estaría de más reforzar estos puntos para futuras ocasiones.
El sonido falló por momentos en ambos escenarios
Esto fue un punto que la mayoría se dio cuenta. Tenemos claro que en cualquier festival hay errores en el audio –de hecho, son más comunes de lo que parece–, pero fue muy evidente lo que pasó con el sonido dentro del Hipnosis 2023, pues hubo bandas que por momentos de plano no se escuchaban completas o sonaban muy bajito.
El ejemplo de esto fue Temples, pues iniciaron su presentación con un sonido muy bajo, pero también algunas guitarras parecía que tenían falso y para rematar, en general todos los instrumentos se escuchaban menos uno: la batería. ¿Y qué pasó después? Bueno, pues le subieron todo a la bataca, haciendo que por ahí se perdieran un poco los demás instrumentos. Un pequeño detalle, pero que nos dejó un sabor agridulce con la presentación de los británicos.
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