En México, cada vez aumentan más las ofertas de festivales con diferentes temáticas… Así que ya faltaba uno que hiciera del regional mexicano la pieza fundamental de todo. La primera edición del Arre HSBC se realizó los pasados 9 y 10 de septiembre en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la CDMX, con un montón de artistas de la vieja y nueva guardia.
Por acá, nos lanzamos al festival para ver qué tal se ponía, y la verdad es que no estuvo nada mal salvo por uno que otro detallito. Aquí les contamos qué fue lo que rifó y lo que no tanto.
¿Por qué el Arre HSBC es una apuesta interesante para la escena de eventos en México?
Como dijimos, México se ha convertido en un mercado muy rico en cuanto a festivales de música se refiere. Los hay de rock (y derivados), música alternativa e indie, electrónica, pop, rap/hip-hop y urbano…
Pero era muy extraño que no hubiera uno grande dedicado al regional mexicano exclusivamente, sobre todo si tomamos en cuenta lo redituable que es esta escena en el país y en la CDMX propiamente. Pues bien, la primera edición del Arre HSBC llegó con la encomienda de terminar con esa incógnita.
Algunos medios lo han manejado como ‘el primer festival de música regional mexicana’. Y aunque eso podría parecer verdad, no es real del todo… Recordemos que hace más de una década, en la Ciudad de México ya se había realizado un event llamado Vive Grupero, que algunos incluso consideraban como el hermanito grupero (valga la redundancia) del Vive Latino.
Sin embargo, a ese evento no le fue del todo bien en términos de asistencia. Como mencionaba La Jornada en aquellos días, hubo muchos factores por los que ese evento no funcionó, desde la crisis económicas hasta la poca difusión que se le dio. Y sobre todo, porque quizá el regional mexicano no gozaba de la misma popularidad que tiene ahora.
Bueeeno, no es como que el regional no fuera popular antes; al contrario. La cosa es que ahora, con el avance del internet, las plataformas y esta nueva movida de nuevos artistas jóvenes que han internacionalizado los corridos como Natanael Cano o Peso Pluma, la popularidad del regional está en un punto mayor.
Con eso en mente, llegó la primera edición del Arre HSBC para abrirle un espacio a esos grupos del ayer y hoy... Y como dijimos, la experiencia estuvo bastante interesante.
Lo que rifó de la primera edición del Arre HSBC
Los escenarios estuvieron espectaculares
Hay que decirlo como es: los escenarios de la primera edición del Arre HSBC fueron de primerísimo nivel. Y con esto, nos referimos a muchos aspectos de producción que demostraron el empeño que se le tuvo a la organización del festival.
Pero sin duda, el escenario principal conocido como La Hacienda (ubicado donde generalmente ponen el escenario más grande del Corona Capital) fue de lo más llamativo que tuvo el evento. La fachada era muy agradable, la producción de luces y pirotecnia muy emocionante, la pasarela que se colocó permitió que los artistas se acercaran mucho al público.
El sonido y la distribución de los escenarios funcionó bastante bien
Hablando todavía sobre la producción de los escenarios, hay que reconocer que el sonido no desentonó para nada. Nos ha tocado que en algunos festivales que ya tienen su recorrido, de repente el audio está medio gacho en diversos actos… Pero acá definitivamente no hubo tantas broncas (prácticamente nada).
Para esta ocasión, solo se colocaron tres escenarios: La Hacienda, Tecate Original y la carpa Little Caesars. Lo lindo del asunto es que no se cruzaba el audio de una tarima con el de otra, como suele suceder en otros eventos donde hay más de tres escenarios en total. Fue bastante sorpresivo, para lo que de repente uno está acostumbrado, el buen sonido que hubo en el Arre HSBC.
Los artistas fueron bastante puntuales y no hubo cancelaciones
Los actos que nos lanzamos a ver en la primera edición del Arre HSBC, prácticamente todos muy puntuales. Claro que no todos salieron a tocar a la hora exactita que decían los horarios oficiales, pero no hubo retrasos significativos en ese sentido.
Unos minutitos nomás, por ejemplo, en la presentación de Mi Banda el Mexicano de Germán Román en la carpa Little Caesars. Se tardaron por ahí unos cinco minutos en salir después de la hora estipulada, y hubo una breve rechifla. Pero el grupo salvó el show y puso a bailar a todos. Y eso no afectó el avance de los demás actos que les seguían.
Por supuesto, lo que más se agradece es que no hubo ni una sola cancelación en el cartel. Los artistas se tomaron en serio el evento y no le fallaron al público. Bravo por ese tema.
El line-up de la primera edición del Arre HSBC tuvo artistas del ayer y hoy
Como lo dijimos anteriormente, el regional mexicano siempre ha sido popular, pero hoy goza de una popularidad mucho mayor entre la gente joven. Sí, es cierto que las nuevas generaciones iban por ver a Natanael Cano y Peso Pluma entre otros, pero precisamente ese gusto ha abierto la posibilidad de que se conozca a leyendas de la música regional mexa de antaño.
Y así como tuvimos a dos de los máximo exponentes de los llamados corridos tumbados, también vimos a iconos como Ramón Ayala, Los Cadetes de Linares, La Sonora Dinamita, Alicia Villarreal, entre otros que hasta el más rockero de tus amigos conoce y seguro les gusta una que otra rola.
El clima no nos traicionó por suerte
Sí, el calor estuvo algo pesadito, pero no muy insoportable en realidad (a menos que seas de esos que se enferma fácil con el cambio de clima, jeje). Pero la verdad es que lo que a muchos nos preocupaba era el tema de la lluvia.
Por fortuna, ni chispeada ni aguacero… Nomás nos espantó el cielo medio nublado, pero la lluvia no se hizo presente, y eso fue un parote sinceramente. Si compraron su impermeable, no crean que fue en vano; lo pueden ocupar para después.
Servicio médico y bebederos
Sabemos que estos puntos ya deberían ser ‘de cajón’ para cualquier evento. Pero la realidad es que todavía hay muchos festivales que no lo atienden del todo. Por fortuna, la primera edición del Arre HSBC puso bebederos y también varios puntos de servicio médico (5 en total) a lo largo del festival.
Lo bueno de no tener cashless…
El sistema cashless siempre es un tema medio raro, porque tiene sus pros y sus contras. Y en ese caso, la ventaja de la primera edición del Arre HSBC es que al no tener cashless, podíamos tener el control del dinero que gastáramos, ya fuera en tarjeta o en efectivo para no tener que pasar por el desesperante proceso de reembolso en caso de no gastarte el saldo.
Lo que no rifó tanto del festival
Los precios estaban medio manchados
Pues ya es un tema del que no nos vamos a desprender, honestamente. Los precios suben con cada año, y la neta es que en el Arre HSBC el consumo dentro del evento estuvo medio manchado.
Nomás para que se den una idea, 150 pesos una cerveza, y 180 si la querías michelada. También una rebanada de pizza ‘jumbo’ (que de jumbo no tenía nada) en 110 pesos. Chia….
Lo malo de no tener cashless…
Bueno, ya enlistamos el lado positivo de no tener sistema cashless… Pero no todo es color de rosa, empezando porque si pagabas con efectivo, seguro que algunos corrieron el riesgo de que los vendedores no tenían cambio.
También era un relajo en los stands de bebidas, pues tú te ibas a formar y era difícil identificar en qué filas había pago con tarjeta o pago en efectivo. Imagínate estar formado, ya casi llegar a pedir tu chela y que te digan “híjole joven, aquí no es con ese tipo de pago…”.
Mientras investigábamos sobre los sistemas de pago al llegar al festival, fue gracias a un carrito chelero que nos enteramos que en los stands había pago con tarjeta, y que precisamente solo en los carritos o con vendedores ambulantes sería con efectivo. Entonces, sí fue un poco deficiente la difusión sobre los sistemas de pago.
Algunos incidentes entre el público
Siempre es un dilema porque nunca falta el ‘desconectado’ o el ‘impertinente’ entre el público. Hasta donde se sabe, no hubo problemas mayores ni sucesos graves en la primera edición del Arre HSBC, pero sí conseguimos testimonios de gente que andaba buscando broncas o amedrentando a otros.
En el show de Natanael Cano, del lado derecho del escenario, también pudimos ver cómo sacaban a una persona desmayada, al grado de que lo debieron auxiliarle cargándolo de las manos y las piernas.
Y la verdad es que parece que algunos bebieron hasta quedarse desmayados en algunas secciones del evento. Un testimonio de un asistente compartido con nosotros, menciona que no le vendieron alcohol después de las 12 de la noche, más o menos. No sabemos si esa fue una medida, pero no suena tan descabellado.
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