El Ferrocarril del Oeste de Austria (Westbahn) anunció la incorporación de cuatro trenes chinos de dos pisos fabricados por CRRC, uno de los mayores productores de trenes del mundo. Los nuevos vehículos comenzarán a operar en las próximas semanas en la ruta Viena–Salzburgo, bajo un contrato de arrendamiento de 10 años con opción de compra. El acuerdo, valorado en 70 millones de euros, promete mejorar la conectividad y la comodidad de los pasajeros, aunque ha desatado una fuerte controversia en el país.
Austria apuesta por innovación ferroviaria china
El director general de Westbahn, Marco Ramsbacher, explicó que la decisión de optar por los trenes chinos respondió a criterios de calidad, innovación y rapidez en la entrega. Cada tren cuenta con seis vagones, 536 asientos y capacidad para transportar más de 1.200 pasajeros. Además, consumen 10 % menos energía que los modelos actuales y ofrecen Wi-Fi gratuito, enchufes individuales y asientos ajustables, así como tecnología NFC para validar boletos. Con esta incorporación, la flota de Westbahn crecerá a 19 trenes y aumentará su oferta en un 28 %, pasando de 60 a 66 conexiones diarias.
La Cámara de Trabajo de Austria en alerta
Sin embargo, el anuncio ha generado molestia en la Cámara de Trabajo de Austria (AK). Su jefe del Departamento de Clima, Medio Ambiente y Transporte, Lukas Oberndorfer, calificó el proyecto como “uno de los primeros despliegues de trenes chinos en el transporte de pasajeros de la UE” y advirtió que podría representar una amenaza para la industria ferroviaria local. Según Oberndorfer, depender de tecnología extranjera podría “poner en riesgo miles de empleos europeos”, además de debilitar la competitividad del sector continental.
Críticas a la burocracia de la Unión Europea
Por su parte, el empresario Hans Peter Haselsteiner, accionista de Westbahn, defendió la adquisición alegando que los trenes “contienen hasta un 50 % de componentes europeos”. Criticó duramente los procesos de aprobación de la UE, calificándolos de “irrazonables” por haber demorado cuatro años en autorizar los vehículos. Recordó además que los trenes, encargados en 2019, completaron 300.000 kilómetros de ensayos antes de su aprobación final, demostrando su seguridad y eficiencia.
Impacto en la industria europea
La llegada de los trenes chinos de CRRC al mercado europeo marca un precedente histórico en el sector ferroviario de pasajeros, dominado tradicionalmente por fabricantes como Siemens y Alstom. Algunos analistas temen que esta apertura facilite una mayor penetración de empresas chinas en la infraestructura europea, lo que podría desplazar la producción local hacia Asia. Sin embargo, otros consideran que la competencia permitirá reducir costos y mejorar la innovación tecnológica en beneficio de los consumidores.
