24 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El 24 de octubre de 2025 marcó un momento clave en las relaciones entre Colombia y Venezuela con la liberación de 17 ciudadanos colombianos que permanecían detenidos en cárceles del vecino país. Los connacionales, acusados de presuntos vínculos con actividades de mercenarios contra el gobierno de Nicolás Maduro, fueron recibidos por autoridades diplomáticas colombianas tras más de nueve meses de reclusión. La noticia fue confirmada por la canciller Rosa Yolanda Villavicencio Mapy y el embajador en Caracas, Milton Rengifo Hernández.
Los liberados, entre ellos el abogado Edwin Iván Colmenares García, cuya detención había despertado preocupación internacional, fueron entregados en un acto coordinado en el municipio de Pedro María Ureña, estado Táchira. La Cancillería de Colombia destacó que este proceso se desarrolló bajo estrictos estándares internacionales, garantizando el respeto a los derechos humanos y el acompañamiento consular en todo momento. Este hecho simboliza, según el gobierno colombiano, un avance diplomático que refuerza el compromiso de Bogotá por proteger a sus ciudadanos en el exterior.
Un gesto diplomático con impacto humanitario
La liberación de los colombianos fue posible gracias a una estrecha cooperación entre las cancillerías de ambos países. Desde el lado venezolano, el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, encabezado por Yván Gil, facilitó los trámites y la verificación de identidades. Según fuentes oficiales, la coordinación binacional se mantuvo activa durante varios meses y respondió a una directriz directa del presidente Gustavo Petro, quien ordenó priorizar los casos humanitarios de connacionales en el extranjero.
La ministra Villavicencio señaló que este hecho “es un paso significativo en la tarea de garantizar los derechos de nuestros connacionales y atender los llamados de sus familias”. Añadió que la política exterior del actual gobierno busca fortalecer los lazos con Venezuela bajo una premisa de respeto, cooperación y atención humanitaria. Este resultado, subrayó, también refuerza la confianza en los mecanismos diplomáticos como herramienta efectiva para resolver tensiones sin recurrir al conflicto.
Entre los liberados figuran nombres como David Josué Mice Durán, Kevin José Saavedra Vasallo y Royman Santa Burgos, quienes habían permanecido más de nueve meses detenidos bajo cargos que nunca fueron formalmente demostrados ante tribunales. Sus familias, desde Colombia, habían denunciado en diversas ocasiones la falta de información y la incertidumbre sobre su paradero. Esta liberación, por tanto, representa también un alivio emocional para decenas de hogares que esperaban una respuesta desde hace casi un año.
Continuidad en el diálogo binacional
El gobierno colombiano anunció que continuará trabajando con Venezuela para revisar los casos de otros ciudadanos aún detenidos, con miras a futuras repatriaciones en el marco del Tratado de 1994. Según el comunicado oficial, ambos países acordaron mantener un canal diplomático constante que permita garantizar la observancia de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963, especialmente en lo relacionado con asistencia jurídica y respeto a los derechos de los detenidos.
La directora de Migración Colombia, Gloria Esperanza Arriero López, también participó en la verificación de identidades y en la logística del retorno de los liberados a territorio colombiano. El organismo activó rutas de atención integral para su traslado seguro y acompañamiento psicológico, considerando los efectos del encierro prolongado y las difíciles condiciones en las que permanecieron. Las autoridades prevén que los connacionales se reintegren progresivamente a sus comunidades con apoyo estatal.
Más allá del ámbito diplomático, este hecho tiene un valor político y simbólico importante. Marca un punto de inflexión en las tensas relaciones históricas entre Bogotá y Caracas, especialmente tras años de desencuentros ideológicos. Analistas internacionales señalan que esta cooperación podría abrir la puerta a una nueva etapa de entendimiento regional, donde el diálogo prevalezca sobre las diferencias políticas.
Si bien la diplomacia permitió una salida pacífica, persisten dudas sobre las condiciones legales de las detenciones y los mecanismos judiciales aplicados en Venezuela. Por ello, organismos internacionales han pedido fortalecer los protocolos de seguimiento para evitar futuros casos de detención arbitraria.
El gobierno colombiano reafirmó que seguirá priorizando los temas humanitarios dentro de su política exterior. “Seguiremos trabajando con las autoridades venezolanas para que ningún colombiano quede desamparado. La diplomacia también se expresa en gestos humanitarios”, concluyó la canciller Villavicencio.
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