BEIRUT/EL VATICANO (AP/EFE).— El nuevo presidente de Líbano le pidió al destacado diplomático y jurista Nawaf Salam que forme el nuevo gobierno del país después de que un amplio número de legisladores nombrara ayer primer ministro a Salam. Aparentemente la medida hizo enfurecer al grupo político-paramilitar Hezbolá y sus aliados.
En contraste, en Ciudad del Vaticano, el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, expresó sus mejores deseos al nuevo presidente y al primer ministro del Líbano y auguró la pacificación de Oriente Medio y la convivencia entre religiones.
Actualmente Salam, de 71 años, es presidente de la Corte Internacional de Justicia, y su nominación fue realizada por grupos respaldados por Occidente y por independientes en el Parlamento libanés.
Salam también cuenta con el apoyo de Arabia Saudí y países occidentales.
Los legisladores de Hezbolá se abstuvieron de nombrar candidato para el puesto de primer ministro.
Poco después de que Salam obtuviera el respaldo mayoritario de los legisladores, algunas personas celebraron en las calles de Beirut con fuegos artificiales, en medio de esperanzas de que su nominación y la elección la semana pasada del comandante del ejército, el general Joseph Aoun, para que sea presidente ayudarían a liberar miles de millones de dólares en inversiones y préstamos por parte de donantes extranjeros.
Después de un día de consultas entre Aoun y los legisladores, Salam obtuvo el respaldo de 84 diputados, mientras que el primer ministro saliente Najib Mikati recibió nueve votos.
Treinta y cuatro legisladores de los 128 integrantes del Parlamento se abstuvieron.
En años pasados, Hezbolá bloqueó repetidamente que Salam se convirtiera en primer ministro, diciendo que es un candidato respaldado por Estados Unidos.
“Veremos sus actos cuando se trate de obligar a los invasores a dejar nuestro país, traer de vuelta a los prisioneros, la reconstrucción” y el establecimiento de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra entre Israel y Hezbolá, manifestó el jefe del bloque parlamentario de Hezbolá, Mohammed Raad, después de reunirse con Aoun.
En el Vaticano, el cardenal Parolin, según confirmó ayer en la tarde la Santa Sede, mantuvo una charla telefónica con Aoun para felicitarlo por su elección y le “transmitió sus mejores deseos y asegurado sus oraciones”.
El purpurado destacó con agrado el rápido encargo a Salam, tras más de dos años y medio con un gobierno en funciones.
Por otro lado, el cardenal presidió ayer en la capital jordana, Amán, una reunión de los representantes pontificios en el reino de Baréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Irán, Irael, Israel, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Catar, Siria y Yemen.
En el encuentro, según el Vaticano, se trató la crisis en curso en la región, las situaciones políticas y eclesiásticas en cada país, “las señales de esperanza que se observan en algunos” y la grave situación humanitaria que padecen las poblaciones más afectadas por los conflictos.
Es bueno ver que Líbano ha nombrado a un jurista como primer ministro. Tener a alguien con experiencia legal puede ayudar a estabilizar la situación del país. Sin embargo, espero que este cambio realmente implique un avance y no solo un cambio de caras. A veces, cambiar de líder no es suficiente si las mismas viejas estructuras siguen en pie. Ojalá pueda traer soluciones reales para la gente.