
CIUDAD DEL VATICANO.— Robert Prevost pudo haber hecho historia ayer al convertirse en el primer papa de Estados Unidos. Pero en Perú, es conocido como el misionero santo que atravesó el lodo después de que lluvias torrenciales inundaran la región, llevando ayuda a las personas necesitadas, y como el obispo que lideró la compra salvadora de plantas de producción de oxígeno durante la pandemia.
“Se esforzó tanto en buscar ayuda que no solo alcanzó para una planta, sino para dos plantas de oxígeno”, dijo Janinna Sesa, quien conoció a monseñor Prevost mientras trabajaba para la Cáritas de la iglesia en Perú.
“No tiene problemas en arreglar una camioneta malograda hasta hacerla andar”, también recordó, destacando el interés que tenía Prevost en lo automotriz.
El papa Francisco, el primer papa latinoamericano de la historia, claramente vio algo en monseñor Prevost desde el principio. Primero lo envió a Chiclayo en 2014, luego lo llevó al Vaticano en 2023 como jefe de la oficina que evalúa las nominaciones de obispos, uno de los trabajos más importantes en la Iglesia católica.
El oriundo de Chicago también es ciudadano peruano y vivió durante años en Perú, primero como misionero y luego como obispo.
Evocó su amplia experiencia misionera en sus primeras declaraciones públicas como papa, hablando en italiano, luego cambiando al español, y sin decir una palabra en inglés mientras se dirigía a la multitud en la Plaza de San Pedro.
“Juntos, debemos tratar de descubrir cómo ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes, dialoga, que siempre está abierta a recibir —como en esta plaza con los brazos abiertos— para poder recibir a todos los que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, diálogo y amor”, dijo.
El nuevo Papa, un hombre cercano a los pobres
El reverendo Alexander Lam, un fraile agustino de Perú que conoce al nuevo papa, señaló que era amado en Perú por su cercanía con su gente, especialmente con los pobres. Dijo que era un defensor de los temas de justicia social y la gestión ambiental. “Hasta los obispos de Perú le decían ‘el Santo del Norte’ y él tenía tiempo para todos”, comentó Lam en una entrevista. “Era la persona que encontraban por el camino, era ese obispo”.
Dijo que cuando Francisco viajó a Perú en 2018, Prevost acampó con su rebaño en el suelo durante la vigilia antes de la misa de Francisco.
“Ese estilo tiene Roberto, esa cercanía, esa búsqueda, que quizá no son grandes instituciones, pero se muestra en estos gestos humanos”, aseveró.
La elección de Prevost “es un profundo signo de compromiso con los temas sociales. Creo que va a ser emocionante ver un tipo diferente de catolicismo estadounidense en Roma”, dijo Natalia Imperatori-Lee, profesora de estudios religiosos en la Universidad de Manhattan.
“Más peruano” que estadounidensee
El nuncio apostólico en Perú, Paolo Rocco Gualtieri, afirmó que el papa León XIV “es más peruano que estadounidense”, ya que nació en Chicago, pero desarrolló casi cuatro décadas de su misión en Perú, donde se nacionalizó en 2015.
“Pienso que todos los peruanos y peruanas han acogido esta bella noticia con mucha alegría”, manifestó monseñor Gualtieri a periodistas, tras la elección de monseñor Robert Prevost como el nuevo pontífice.
Agregó que, como obispo, Prevost hizo “un trabajo excelente, muy cercano a la gente” en Perú y que cuando lo acompañó, luego de que regresó al país como cardenal, “se veía que la gente estaba contenta, que había sido un pastor muy cercano a la gente”.
Es genial ver a un líder religioso tan cercano a la gente y que realmente se preocupa por los pobres. En un mundo donde muchas veces se siente que los que están en el poder están desconectados de la realidad, tener a alguien que se interesa por los problemas reales de la gente es un soplo de aire fresco. Ojalá siga así y no se pierda en la burocracia.