¿Cuántas veces no hemos escuchado que un artista o banda dice que ama a México? Es la frase de cajón para ganarse al público cuando tocan por acá. Sin embargo, hay casos que confirman que en efecto, quieren mucho a nuestro país y nos demuestran que no lo dicen nomás porque sí. Uno de ellos es Lenny Kravitz, quien lo dejó claro durante su show en el Palacio de los Deportes.
En 2018, el músico, productor, cantautor, fotógrafo, actor y modelo estadounidense vino a nuestro país para presentar su decimoprimer material discográfico, Raise Vibration. Desde entonces, Lenny no había regresado a tierra azteca para dar conciertos en forma. Aunque eso sí, ha venido en varias ocasiones a la capital chilanga.
De entrada lo vimos dando el rol por colonias como Mixcoac y hasta grabó un video para promocionar un sencillo en un puesto callejero de hamburguesas de la Escandón. Incluso estuvo presente en los dos conciertos que Paul McCartney dio en el antiguo Foro Sol. En pocas palabras, Lenny Kravitz está más presente en la Ciudad de México que en otras partes del mundo.
Sin embargo, por más que nos emociona que ande seguido en la misma ciudad que nosotros, no se veía para cuándo lo volveríamos a ver dando un show en vivo de este lado de la frontera. Y afortunadamente, con el lanzamiento de su más reciente disco, Blue Electric Light, Lenny regresó a la capital chilanga para demostrar por qué quiere tanto esta tierra, a tal grado de considerarla su segundo hogar.
Lenny Kravitz regresó a la CDMX para dar un conciertazo de aquellos
Desde antes de entrar al concierto (e independientemente de que había otro show enfrente), se sentía el ambiente rockero para Lenny Kravitz en las calles cercanas al venue. Y es que además de las playeras y demás merch, vimos a varias personas vestidas con pelucas y toda la cosa que daban la pinta de que ahí andaba entre nosotros los simples mortales.
Eso sí, a pesar del ambiente y demás, algo que no estuvo tan cool es que el concierto inició tardecito. Se suponía que Lenny saldría a las 8.30, pero por razones que desconocemos, todo empezó hasta las 9:15 de la noche. De cualquier manera, Kravitz compensó todo ese tiempo de espera con un showsazo de aquellos.
Con un solo de guitarra de fondo, apareció Lenny Kravitz acompañado de su banda y sin decir “agua va”, comenzó una noche mágica en el Palacio de los Deportes. Kravitz no se guardó absolutamente nada, pues desde el inicio nos puso en el mood con “Are You Gonna Go My Way”, un temazo en toda la extensión de la palabra, ideal para arrancar con el concierto.
El show continuó y nomás no se veía cuándo sería el momento en el que Lenny hablara con sus fans. Sin embargo, antes de arrancarse con “TK421” (donde por cierto, se lució pegándole durísimo al bajo), dijo lo siguiente para emocionar a todo el mundo: “Bienvenidos, sean libres esta noche”. Y vaya que así se sintió su presentación, como un instante para desconectarnos y disfrutar de la música junto a él.
Y es que es impresionante lo que Lenny Kravitz provoca. No necesita ni cantar o tocar para emocionar al público. Solo basta con que se pare en el escenario para que la gente se vuelva loca. Su presencia es más que suficiente y eso es algo que muy pocos artistas en la actualidad pueden causar en una multitud, una muestra de lo grande que es.
“Ciudad de México, reserve lo mejor para el final” dijo Lenny en inglés, antes de aventarse las siguientes palabras en un español más perfecto y perfecto que el del ‘Tuca’ Ferretti o ‘Zague’: “Estoy muy feliz de estar aquí con ustedes, todos juntos somos energía, somos vida, somos amor. Significa tanto para mí, muchas gracias, los amo”.
La magia y el amor indescriptible que existe entre un artista y sus fans
“Entonces, empecemos esta celebración agradeciendo a Dios”, mencionó Lenny Kravitz antes de tocar “I Belong to You”. A partir de aquí, la cosa se puso más sentimental y prueba de ello fue “Stillness of Heart”, donde el músico intentó que todo el público cantara el coro al principio. Y aunque le costó trabajo que le agarraran la onda, logró que el Palacio de los Deportes coreara esa parte.
Pero no solo eso, Lenny también aprovechó para bajar a saludar a sus fans que llevaban años esperando su regreso. Que agradable sujeto, verdaderamente, aunque no fue la única vez que hizo esto. El grito de “Lenny, Lenny” no se hizo esperar, a lo que el músico contestó –también gritando de nuevo en español–: “Los amo, México”.
Pero el momento más emotivo de la noche fue cuando el público le empezó a gritar “Lenny, hermano, ya eres mexicano”, pues Kravitz se arrodilló frente a todo el Palacio de los Deportes para recibir humildemente el cariño de todos los presentes. Me atrevo a decir que pocas veces he visto tanto afecto entre un artista y sus fans, es algo indescriptible que te pone la piel de gallina.
Con “Low” se puso el ambiente sexy en el concierto, pues Lenny Kravitz se aventó unos pasitos prohibidos bastante sugerentes que claro, hicieron que sus fans pegaran el grito de la emoción (sobre todo las mujeres, jeje). La onda bailable siguió con “The Chamber”, donde de nuevo, el músico de 60 años nos dejó claro que sigue rockeando y prendiendo a quien sea que tenga enfrente.
En “Always on the Run”, Lenny presentó a su banda (a la que llamó su familia) y vaya que también se merecen un aplauso de pie. Más allá de ser unos musicazos de primer nivel, son capaces de seguirle el ritmo a Kravitz y darse cuenta del feeling que trae mientras está en el escenario. Y por supuesto que el público del Palacio de los Deportes los ovacionó como se debía, gritándoles y aplaudiéndoles como si ellos fueran las estrellas, algo que en años de ir a conciertos y festivales, jamás había checado.
Luego de regresar a 1991 hasta la época de Mamma Said, uno de los discos favoritos de Lenny Kravitz (dicho por él mismo), comenzó una montaña rusa de emociones que nos llevó desde lo romántico y nostálgico con temazos como “It Ain’t Over ‘Til It’s Over” y “Again”, hasta despeinarnos a punta de guitarrazos con su cover de “American Woman” y por supuesto, “Fly Away”.
Un último momento de amor entre Lenny y el público mexicano
Al ritmo de “Human”, Lenny terminó la primera parte de su presentación y salió un rato del escenario, mientras sus fans impacientes hacían ruido para lograr que saliera de nuevo a tocar aunque sea una rola más. Y lo consiguieron, pues Kravitz no solo regresó para tocar otra canción, también para darnos otro mensaje sobre su amor y respeto por este país.
Durante la charla que tuvimos en exclusiva con Lenny Kravitz (por acá pueden checar la plática completa), nos contó que hay varias razones por las que viene cada que puede a la CDMX. Entre otras cosas, nos dijo que le resulta familiar el ambiente de la ciudad, tanto así que se siente en casa. Sin embargo, durante el concierto, confesó más motivos por los que le encanta este país.
“México, esto significa mucho para mí. Desde el inicio han estado conmigo, me han dado vida, me han dado un propósito y ustedes han abrazado mi música así como amplificado el amor en ella (…) Siento el amor y el corazón de la gente mexicana, son sumamente hermosos, su cultura, su autenticidad. Así que gracias”.
Después de brindar con un trago del sotol de su marca, saludar a sus amigos de Chihuahua (donde se produce la bebida) y agradecer ese pequeño pedazo de nuestra cultura, Lenny Kravitz pidió que nos tomáramos un momento para sentir el amor que estaba en el aire y dárnoslo entre todos los que andábamos en el show.
“Let Love Rule” fue la rola con la que Lenny se despidió, una oda al cariño (muy similar a lo que ocurre cuando Paul McCartney toca “Hey Jude” en vivo) que nos dejó con la boca completamente abierta. No solo por cómo la coreó la gente durísimo, sino por lo que hizo el propio Kravitz en esta canción, pues decidió bajarse una vez más del escenario y esta vez a una escala mayor.
Lenny Kravitz le dio la vuelta completa a la pista del Palacio de los Deportes caminando, para saludar a todos los que pagaron un boleto para ir a verlo y claro, para sentir de primera mano el amor de sus fans mexicanos. Incluso tenía una plataforma detrás de la cabina de video a la que se subió para que el público más alejado pudiera verla un poquito más de cerca.
Con el afecto y la emoción a tope durante casi 25 minutos, Lenny acabó su show. Aunque eso sí, no sin antes recordarnos una última vez más que quiere mucho a este país y que al parecer, no tardará mucho en regresar a esta tierra: “México, los amo. Nos vemos muy pronto”. Esas fueron las palabras finales de Kravitz y con lo que demostró esta noche, nos queda muy claro que no miente, verdaderamente está enamorado de nuestro país.
Setlist de Lenny Kravitz en el Palacio de los Deportes
- “Are You Gonna Go My Way”
- “Minister of Rock ‘n Roll”
- “Bring It On”
- “TK421”
- “I’m A Believer”
- “I Belong to You”
- “Stillness of Heart”
- “Believe”
- “Paralyzed”
- “Low”
- “The Chamber”
- “Always on the Run”
- “It Ain’t Over ‘Til It’s Over”
- “Again”
- “American Woman” (cover de The Guess Who)
- “Fly Away”
- “Human”
- “Let Love Rule”