
17 de Diciembre del 2025.- El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, ha lanzado una fuerte crítica señalando que Estados Unidos está utilizando tácticas deshonestas para frenar a sus competidores globales. Según el diplomático, estas acciones incluyen amenazas económicas severas que buscan mantener la superioridad de Washington a toda costa, sin importar las reglas del mercado internacional que antes defendían con tanto ahínco frente al mundo.
Durante una entrevista reciente con un medio de comunicación de Irán, Lavrov explicó que la política actual de EE.UU. se basa en imponer su voluntad sobre otras naciones fuertes que están surgiendo. El funcionario ruso calificó este comportamiento agresivo como un «dictado», argumentando que las medidas punitivas y los bloqueos comerciales son las herramientas principales que utiliza el gobierno estadounidense hoy en día para no perder poder.
El ministro detalló que la postura hostil de Washington hacia China se debe principalmente a que no pueden aceptar el innegable crecimiento económico y político del gigante asiático. Para los líderes de Estados Unidos, parece inaceptable pasar a un segundo plano en el escenario mundial, por lo que prefieren romper las reglas de la competencia leal antes que perder su protagonismo histórico en la economía global.
Presión económica y sanciones masivas
Como ejemplo claro de estas prácticas, Lavrov recordó que, en la disputa comercial actual, los aranceles que EE.UU. aplica a ciertos productos chinos ya han alcanzado o superado el 100 por ciento. Esta cifra desorbitada es presentada por Rusia como una prueba innegable de la coerción económica que ejerce la administración estadounidense para intentar asfixiar el desarrollo de sus rivales directos en el mercado.
Además del caso chino, el canciller mencionó con preocupación un proyecto de ley en el Senado de Estados Unidos que contempla castigos financieros aún más drásticos. Esta propuesta legislativa busca imponer aranceles gigantescos de hasta el 500 por ciento a las importaciones provenientes de países que sigan comprando energía rusa, una amenaza directa para naciones como India y China.
Lavrov argumentó que cuando alguien intenta aplastar a sus competidores con impuestos del 500 por ciento, se aleja totalmente de la idea de globalización que EE.UU. promovió tras la Segunda Guerra Mundial. Para él, imponer sanciones basándose solo en la posición política de un país no es solo desigualdad, sino una falta de respeto a los derechos humanos y una muestra de autoritarismo por parte de Washington.






