Las poblaciones de ratas están aumentando en las ciudades debido sobre todo al aumento de las temperaturas medias, según un nuevo estudio que incluye datos de 16 urbes del mundo correspondientes a un periodo medio de 12 años.
Inviernos más cálidos, condiciones de vida más densas, menos vegetación y recursos limitados para el control de ratas también contribuyen al crecimiento de las poblaciones urbanas de estos roedores, una tendencia que es más notable en Washington D. C., San Francisco y Toronto.
Los detalles del estudio se publican en la revista Science Advances, en un artículo que lideran investigadores de la Universidad de Richmond, Estados Unidos.
Los científicos explican que identificar las tendencias a largo plazo en la cantidad de ratas y cómo se ven afectadas por los cambios ambientales es fundamental para comprender su ecología y proyectar vulnerabilidades futuras y necesidades de mitigación.
En concreto, Jonathan Richardson, de la citada universidad, e investigadores de otros centros evalúan cómo ha afectado a las ratas urbanas el impacto del cambio climático.
Para ello, analizaron una media de 12.2 años de avistamientos de estos roedores, informes de trampeo y registros de inspección de 16 ciudades internacionales y compararon los datos con patrones de densidad poblacional, temperaturas mínimas anuales y temperaturas ambiente medias a lo largo del tiempo.
También compararon los cambios en la población de ratas con las tendencias en la abundancia de vegetación y la accesibilidad a los recursos de control de ratas.
Los científicos constataron que el aumento de la temperatura media, la temperatura invernal y la densidad de población, junto con la disminución de la vegetación y de la financiación para el control de ratas, se correlacionarían con una expansión más rápida de las ratas urbanas.
De todas ellas, la variable más estrechamente vinculada al aumento de ratas fue el cambio de la temperatura ambiente media a lo largo del tiempo, señala un resumen de la revista.
Once de las 16 ciudades (69 por ciento) tuvieron tendencias significativas de aumento en la cantidad de ratas. Las cinco ciudades con mayor índice de crecimiento fueron Washington D. C., San Francisco, Toronto, Nueva York y Ámsterdam, seguidas de Oakland, Buffalo, Chicago, Boston, Kansas City y Cincinnati.
Dentro de las cinco primeras, los investigadores observaron grandes diferencias en la magnitud de ese crecimiento.
Por ejemplo, la tendencia en el número de ratas en Washington, D.C. fue tres veces mayor que en Boston y 1.5 veces mayor que en la ciudad de Nueva York.
Solo tres ciudades experimentaron descensos: Tokio, Louisville y Nueva Orleans -el más acusado-. Dallas y Saint Louis no mostraron tendencias significativas a lo largo del tiempo.
El aumento de las temperaturas y el aumento de la cantidad de personas que viven en las ciudades pueden estar expandiendo los periodos de actividad estacional y la disponibilidad de recursos alimenticios para las ratas urbanas, escriben los autores en su artículo.
“Las ciudades deben estar preparadas ante la posibilidad de que el calentamiento agrave los niveles actuales de infestación por plagas de roedores”, señalan los autores, que advierten que será necesario dedicar más recursos económicos y humanos a las labores municipales de control de roedores.
Con información de EFE
Es preocupante que las ratas estén aumentando en nuestras ciudades. No solo son un problema de higiene, sino que también pueden traer enfermedades. Deberíamos prestar más atención a cómo el cambio climático nos afecta en todos los aspectos de la vida, incluso en la convivencia con estos animales.
Es preocupante que las ratas estén aumentando en las ciudades. Esto no solo afecta la limpieza, sino que también puede traer problemas de salud. Deberíamos prestar más atención a cómo cuidamos nuestro entorno y buscar soluciones para mantener nuestras ciudades limpias y seguras.