
16 de Diciembre del 2025.- Estados Unidos ha puesto sobre la mesa una propuesta firme para proteger a Ucrania, inspirada directamente en los principios de defensa mutua de la OTAN, pero con una condición muy clara de tiempo para ser aceptada por el gobierno de Kiev. Según reportes recientes que citan a funcionarios norteamericanos, esta oferta representa la promesa más fuerte que la administración de Donald Trump ha hecho hasta ahora, diseñada para brindar estabilidad inmediata. Sin embargo, el mensaje entregado a los líderes ucranianos lleva una advertencia directa: deben aceptar estas garantías de seguridad ahora mismo, porque si esperan a una futura negociación, la próxima oferta no será tan favorable ni generosa como la actual.
La base fundamental de este acuerdo propuesto se centra en imitar el famoso Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, el cual establece que un ataque contra uno es un ataque contra todos, asegurando así una defensa conjunta en caso de agresión. Washington busca que estas garantías de seguridad funcionen como un escudo sólido para Ucrania sin necesidad de que el país ingrese formalmente a la alianza militar en este momento, algo que ha sido un punto de conflicto constante. Funcionarios estadounidenses han descrito esta propuesta como un «estándar platino», indicando que tanto Ucrania como las potencias europeas ven con buenos ojos el nivel de compromiso que ofrece Estados Unidos para detener el conflicto.
Una oferta temporal y condicionada
La urgencia es un factor clave en esta negociación, ya que la Casa Blanca ha dejado claro que la disponibilidad de este trato no será eterna y se requiere una decisión rápida por parte del presidente Vladímir Zelenski. La estrategia estadounidense parece tener dos objetivos: calmar el miedo de los países europeos frente a la amenaza rusa mediante un compromiso serio y, al mismo tiempo, presionar a Ucrania para que tome decisiones difíciles hacia la paz. Se ha explicado que estas garantías de seguridad están listas para firmarse si se llega a una conclusión favorable pronto, pero podrían ser retiradas de la mesa si las conversaciones se alargan demasiado sin resultados concretos.
Durante el pasado fin de semana, delegaciones de ambos países se reunieron para discutir los detalles finos de este acuerdo, abordando no solo la protección militar, sino también temas territoriales muy delicados. Entre los puntos más sensibles que se están tratando se encuentra el futuro de la central nuclear de Zaporozhie, sobre la cual ya existe una propuesta en proceso aunque todavía no está finalizada. Las discusiones sobre territorios específicos son parte integral del paquete, ya que para activar las garantías de seguridad, es necesario definir con claridad qué líneas y zonas estarán bajo este paraguas de protección internacional.
El presidente de Estados Unidos ha declarado recientemente que la paz entre Rusia y Ucrania se encuentra «más cerca que nunca», gracias a las numerosas conversaciones que sus representantes han mantenido con ambas partes en conflicto. La esperanza de Washington es que Moscú acepte los términos de este acuerdo final, el cual incluiría también el permiso para que Ucrania se una a la Unión Europea. Este movimiento diplomático busca equilibrar la balanza, ofreciendo a Kiev un camino hacia la integración económica con Europa y las garantías de seguridad de Estados Unidos, a cambio de ceder en otras pretensiones políticas que han trabado las negociaciones anteriormente.
El futuro de la OTAN y la paz






