1 DE SEPTIEMBRE DEL 2025- INTERNACIONAL. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un ataque letal contra una pequeña lancha procedente de Venezuela, en una operación que, según él, causó la muerte de once «narcoterroristas». El mandatario compartió un video en redes sociales en el que se ve una embarcación en llamas, asegurando que esta acción sirve como advertencia. La magnitud del ataque ha sorprendido a muchos, ya que el uso de fuerza tan contundente contra un presunto barco de drogas es una medida inusual en la lucha contra el narcotráfico, y marca un nuevo capítulo en la política de Washington hacia la región.

El gobierno estadounidense justificó la operación al afirmar que la embarcación era operada por el Tren de Aragua, una banda venezolana que fue designada como grupo terrorista. Esta medida se enmarca en la prioridad de la administración de Trump de reducir el flujo de drogas que ingresan al país y de combatir a las organizaciones criminales que, según Washington, son lideradas por altos funcionarios venezolanos. La recompensa de US$50 millones por el presidente Nicolás Maduro subraya la seriedad con la que Estados Unidos toma estas acusaciones, elevando las tensiones geopolíticas a un nivel sin precedentes.
La Legalidad de la Acción y las Dudas sobre su Legitimidad
Una de las principales preguntas que ha surgido es si el ataque militar fue legal bajo el derecho internacional. Expertos en la materia, como Luke Moffett, de la Queens University de Belfast, señalan que el uso de la fuerza letal para detener una embarcación podría constituir una «ejecución arbitraria extrajudicial», lo que sería una violación de los derechos humanos. Si bien Estados Unidos puede argumentar que la operación se realizó en defensa de su seguridad nacional, el profesor Michael Becker, del Trinity College de Dublín, advierte que el simple hecho de etiquetar a las víctimas como «narcoterroristas» no los convierte en objetivos militares legítimos bajo la ley internacional.
El ataque también ha generado dudas sobre la veracidad del video compartido por Trump. El gobierno venezolano sugirió que las imágenes fueron creadas con inteligencia artificial. Sin embargo, análisis de medios de comunicación como la BBC y Reuters, utilizando herramientas especializadas, no encontraron evidencia de que el video fuera generado por IA. Aún así, los expertos no descartan la posibilidad de que haya sido manipulado o que se hayan omitido partes clave, lo que profundiza el misterio y la desconfianza en torno a la legitimidad de la operación.

El Contexto Militar de la Operación y el Futuro
Esta acción no ocurrió en el vacío; se produce en el contexto de un despliegue masivo de 4,000 efectivos y buques de guerra estadounidenses en el sur del Caribe. El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ha confirmado que este tipo de operaciones continuará, sugiriendo que el ataque no es un hecho aislado, sino la primera demostración de una nueva y más agresiva estrategia militar. Esta decisión representa un cambio significativo en la forma en que Estados Unidos ha combatido el narcotráfico tradicionalmente, pasando de un rol de apoyo a la Guardia Costera a una acción directa y letal.
Las dudas se extienden también a los tripulantes y el contenido de la embarcación. Mientras que la administración estadounidense afirma que había 11 miembros de la banda criminal y grandes cantidades de droga, el video no es lo suficientemente claro para confirmarlo. Expertos como Mike LaSusa, de InSight Crime, señalan que este tipo de lanchas se usa también para el tráfico de migrantes y otras mercancías. LaSusa subraya que si bien el uso de fuerza letal no es completamente nuevo en la historia de EE.UU., este ataque, efectuado con un dron contra personas de un «eslabón bajo» de la cadena criminal, es «sin precedentes en la manera operacional en la que fue efectuado».

La Doctrina del Ataque Preventivo y su Aplicación
Complementando lo anterior, es importante considerar el marco legal y doctrinal que podría justificar el ataque. Aunque no se ha invocado públicamente, el gobierno de Estados Unidos podría respaldar su acción con la doctrina de la «guerra contra el terrorismo» y el concepto de ataque preventivo. Esta doctrina, consolidada después de los atentados del 11 de septiembre, permite a EE.UU. utilizar la fuerza letal contra grupos no estatales que representan una amenaza a su seguridad nacional, independientemente de su ubicación geográfica. Al clasificar al Tren de Aragua como una organización terrorista, Washington se otorga el derecho de perseguir y neutralizar a sus miembros en aguas internacionales. Sin embargo, la aplicación de este principio a un caso de narcotráfico con un saldo de muertes civiles levanta serias preocupaciones sobre las futuras implicaciones de una política de ataque tan agresiva.