
Una carta del presidente chino, Xi Jinping, a su homóloga india, Droupadi Murmu, y al primer ministro, Narendra Modi, revela los esfuerzos de Beijing por acercarse a Nueva Delhi en medio de la escalada de la guerra comercial con Washington. Según un informe de Bloomberg, la misiva, enviada en marzo, buscaba sondear el terreno para mejorar las relaciones bilaterales y evitar que la India se alinee completamente con Estados Unidos en una postura que pudiera perjudicar a China. Este movimiento subraya la estrategia china de fortalecer alianzas para mitigar el impacto de las políticas comerciales de EE.UU. y estabilizar la relación China-India.
Un acercamiento en medio de las tensiones
La carta de Xi Jinping expresaba su preocupación por cualquier acuerdo entre la India y Estados Unidos que pudiera ir en detrimento de los intereses chinos. Este gesto diplomático fue seguido por una declaración oficial donde Xi y Murmu intercambiaron mensajes para conmemorar el 75 aniversario de sus relaciones diplomáticas, destacando la necesidad de un «tango de dragón y elefante» para un desarrollo «sólido y estable». Este lenguaje simbólico refleja la intención de ambos gigantes asiáticos de gestionar sus diferencias, a pesar de las tensiones históricas y los recientes conflictos fronterizos, y de forjar una relación Pekín-Nueva Delhi más constructiva.
Curiosamente, el acercamiento de la India a China se hizo más evidente en junio, coincidiendo con el momento en que las negociaciones comerciales entre Washington y Nueva Delhi se volvieron más polémicas. Además, las autoridades indias se sintieron indignadas por la afirmación del expresidente Trump de haber mediado en un alto el fuego con Pakistán. Este contexto sugiere que la diplomacia China-India se ha visto impulsada, en parte, por las acciones de Washington, que indirectamente ha empujado a Nueva Delhi a reconsiderar sus alianzas y a buscar un equilibrio más beneficioso para sus propios intereses nacionales.
El primer ministro Modi tiene previsto visitar China para participar en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, un evento que marca la primera visita de este tipo en siete años. Expertos señalan que este encuentro es una señal de que la normalización de las relaciones, aunque gradual, tiene una «trayectoria positiva». A pesar del escepticismo que aún persiste en ambos lados, la relación comercial China-India tiene un potencial económico enorme que podría ser aprovechado si logran resolver sus diferencias, lo que añadiría un fuerte incentivo para seguir en esta dirección.
Aunque el último enfrentamiento militar entre ambos países en 2020 dejó un saldo de 20 soldados indios muertos, las partes han logrado avances en la reducción de discrepancias fronterizas. Sin embargo, la falta de un acuerdo final muestra que aún hay mucho camino por recorrer. El acercamiento no borra las profundas heridas ni las desconfianzas, pero la necesidad de contrarrestar la guerra comercial de EE.UU. y la oportunidad de un mayor crecimiento económico están actuando como catalizadores para una nueva etapa en la cooperación China-India, donde el pragmatismo parece dominar sobre las viejas rencillas.
La iniciativa de la carta de Xi Jinping a los líderes indios no debe verse como un simple gesto de cortesía, sino como un movimiento estratégico dentro de un tablero geopolítico más amplio. En un contexto donde Estados Unidos impone aranceles agresivos a China y, más recientemente, a la India, el país asiático busca activamente fragmentar cualquier posible frente común en su contra. La carta de Xi, al expresar preocupación por un posible «acuerdo con EE.UU. que perjudicara los intereses de China», no solo es una advertencia, sino también una invitación a una alianza económica y política contra el proteccionismo de Washington. Esta táctica busca explotar las fricciones entre aliados de EE.UU. y demostrar que una relación China-India estable es una mejor opción a largo plazo.
