
CIUDAD DEL VATICANO (EFE).— El papa Francisco lamentó ayer los suicidios en las cárceles y el hacinamiento, también en su país, Argentina, durante su visita a la penitenciaría de Montorio, en la ciudad italiana de Verona (norte).
“Conocemos la situación de las cárceles, a menudo abarrotadas, también en mi tierra, con las consecuentes tensiones y problemas. Quiero expresarles mi cercanía y renovar el llamamiento especialmente a quienes pueden actuar en este ámbito para que se siga trabajando en mejorar la vida carcelaria”, dijo ante unos quinientos presos.
En el patio de la penitenciaría, también reconoció estar al tanto por los medios del suicidio de algunos detenidos.
“He sabido que lamentablemente algunas personas, en un gesto extremo, han renunciado a vivir. Es un acto terrible al que solo conducen la desesperación y un dolor insostenible”, asumió.
Francisco animó a los presos a no caer en el desaliento: “La vida siempre es digna de ser vivida y siempre hay esperanza para el futuro, también cuando todo parece que se apaga”, les dijo.
El 3 de febrero un preso ucraniano de 38 años con problemas psiquiátricos se suicidó en la prisión veronesa, el segundo de 2024 en esa institución, mientras que en el país los suicidios ascienden a 30, según un informe de la asociación Antigone.
El presidente Sergio Mattarella reclama a las autoridades medidas urgentes.
Esta nota La vida siempre merece vivirse, dice el Papa apareció primero en Diario de Yucatán.