
14 de Noviembre del 2025.- La tuberculosis (TB) continúa siendo una de las enfermedades infecciosas más mortíferas del planeta, cobrando un precio devastador en la salud global. Según un alarmante informe publicado este miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad causó más de 1.2 millones de muertes en el último año. Además de los fallecimientos, se registraron 10.7 millones de nuevos casos en el mismo período, lo que demuestra que esta antigua enfermedad sigue siendo una crisis de salud pública muy actual.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la OMS, expresó una profunda frustración ante estas cifras. Calificó la situación como «simplemente inconcebible», poniendo énfasis en la gran contradicción de esta epidemia. El líder de la salud mundial advirtió que el hecho de que la tuberculosis siga matando a más de un millón de personas anualmente es inaceptable, especialmente cuando se trata de una enfermedad que es tanto prevenible como curable con los tratamientos modernos disponibles.
El informe de la OMS también trajo algunas noticias moderadamente positivas que indican una recuperación continua de los servicios de salud tras las interrupciones causadas por la pandemia de covid-19. Durante el período de 2023 a 2024, se observó una ligera pero bienvenida disminución en las cifras globales. Los casos de tuberculosis disminuyeron en un 2 %, y de manera similar, las muertes relacionadas con la enfermedad bajaron un 3 %, sugiriendo que los esfuerzos para retomar el control están empezando a funcionar.
La Carga de la Tuberculosis Sigue Concentrada en Pocos Países
El informe de la OMS revela que la tuberculosis no afecta al mundo por igual, sino que está fuertemente concentrada en un grupo de países específicos. En 2024, un abrumador 87 % del total de los casos se reportaron en solo 30 naciones. La situación es aún más concentrada, ya que dos tercios de todos los enfermos (un 67 %) se encontraron en solo ocho países. India encabeza la lista con el 25 % del total, seguida de Indonesia (10 %), Filipinas (6.8 %), China (6.5 %), Pakistán (6.3 %), Nigeria (4.8 %), la República Democrática del Congo (3.9 %) y Bangladés (3.6 %).
A pesar de la concentración de la enfermedad, se han logrado avances significativos en varias regiones. En el último año, más de 100 países lograron superar una reducción del 20 % en los casos, y 36 de ellos alcanzaron una notable reducción de más del 35 %. La región europea de la OMS mostró un éxito particular, con una impresionante disminución de la incidencia del 39 % y una reducción de muertes del 49 %. Gracias a la rapidez en la detección y los tratamientos preventivos, 8.3 millones de vidas fueron salvadas y 5.3 millones de personas en grupos de riesgo recibieron tratamiento para prevenir la tuberculosis.
«El progreso no es sinónimo de victoria»
A pesar de estos logros, el director general de la OMS advirtió contra cualquier exceso de confianza o complacencia. «La disminución de la carga mundial de la tuberculosis y los progresos en materia de pruebas, tratamiento, protección social e investigación son muy bien recibidos después de años de retrocesos, pero el progreso no es sinónimo de victoria», declaró Tedros. La organización subraya que el nivel de avance mundial sigue estando muy lejos de alcanzar los objetivos fijados para la erradicación de la tuberculosis.
El principal obstáculo identificado por la OMS para alcanzar esas metas es la financiación. El dinero destinado a la lucha mundial contra la tuberculosis se ha estancado por completo desde el año 2020. En 2024, la situación fue crítica: solo se consiguió una cuarta parte (25 %) del objetivo anual de fondos necesarios para la prevención. Aunque la OMS ha desarrollado 63 pruebas de diagnóstico y 29 medicamentos, y actualmente hay 18 candidatos a vacunas en prueba, la falta de financiamiento amenaza con detener todo este progreso científico y médico.








