Las avenidas, calles y parques de la capital mexicana se distinguen por su gran variedad de árboles de todo tipo y desde hace mucho tiempo, a los chilangos se nos ha hecho costumbre ver grandes palmeras por toda la ciudad. Lamentablemente, desde hace algunos años las plantas de este tipo están muriendo. Esta es la triste historia de las palmeras californianas de la CDMX.
Las palmeras son naturales de las costas y de climas cálidos y tropicales, pero no resulta difícil que se adapten a los climas más templados. A mediados del siglo XX la ciudad comenzó a verse adornada con grandes palmeras en muchos de sus parques y camellones.
El clima y la contaminación de la gran ciudad no es el ambiente ideal para que palmas y palmeras sobrevivan, aunque no presentaron ningún problema grave hasta 2011, cuando comenzó a haber reportes de palmeras muertas en la capital mexicana. Para 2022, 500 de las palmeras capitalinas habían muerto y el problema siguió avanzando.
La llegada de las palmeras a la CDMX
Las palmeras no son árboles exactamente. Son consideradas como plantas arborescentes porque no forman madera o leño. Llegan a alcanzar gran altura y su belleza es un deleite para la vista. Las que hay en la CDMX no nacieron aquí, más bien se trajeron de otras partes para darle un toque de opulencia a la capital.
La mayoría de las palmas y palmeras llegaron a mediados del siglo XX cuando, según se dice, el presidente Miguel Alemán Valdés viajó a Los Ángeles, California y descubrió las largas hileras de palmeras que adornaban las calles y bulevares angelinos, sobre todo en sitios como Beverly Hills. Estas plantas exóticas serían ideales para la Ciudad de México y así le pidió al entonces regente Fernando Casas Alemán, que se encargara de traer algunas a la capital.
Aunque ya existían algunas en la ciudad, una gran cantidad de palmeras fueron importadas desde las Islas Canarias de España y fueron plantadas en las avenidas principales de diferentes colonias como Polanco, Lomas de Chapultepec, Anzures, Del Valle, Narvarte, Jardín Balbuena, Álamos y otras más. Desde entonces adornaron el paisaje con su gran altura hasta los años recientes, cuando empezaron a morir.
¿Por qué están muriendo las palmeras de la CDMX?
Según datos de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), a partir de 2011 las palmeras de la gran ciudad comenzaron a secarse y morir. Para 2021 llegaron a retirarse 500 de las que estaban en Paseo de la Reforma por esta causa.
La famosa palmera de la Glorieta de la Palma se retiró en abril de 2022, después de ocupar ese espacio por más de cien años. Se detectó que estaba muriendo debido a una plaga de hongos y bacterias. En su lugar se colocó un ahuehuete del Vivero Nezahualcóyotl de la Secretaría del Medio ambiente.
El problema de las palmeras se siguió extendiendo. En 2021, un estudio determinó que un 30 por ciento de las 15 mil palmeras de la CDMX sufría de plagas y enfermedades generadas por insectos depredadores y hongos microscópicos del género Fusarium, que provocan el marchitamiento de las plantas. También se ha determinado que el aumento de las temperaturas ha afectado a las palmeras capitalinas.
¿Es una despedida
Ya se retiraron cientos de palmeras muertas y muchas otras todavía tienen que ser retiradas. Incluso representan un riesgo porque se caen a pedazos. Aunque hay esfuerzos por sanar a las que quedan en pie, el problema no se soluciona y sigue afectando a las que quedan vivas.
Así se ha dado la triste historia de las palmeras californianas de la CDMX. De momento no hay una solución y el sueño del estilo de vida californiano desaparece sin remedio y tristemente, el paisaje urbano al que estábamos acostumbrados quedará desolado y por el momento le tenemos que decir adiós a las icónicas palmeras californianas.
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