Con la creciente oferta de conciertos que tenemos en México, hay muchos reclamos sobre los sistemas de compra, debido a la alta demanda que tienen algunos eventos. Recientemente, con el anuncio y salida a la venta de los boletos para ver a Oasis el año entrante, hubieron algunas quejas sobre la plataforma, y aún hay muchas dudas sobre la transferencia legal de boletos, el precio casi idéntico entre General A y B, y qué plataformas habilitarán la venta legal de boletos.
Ante esta situación, es inevitable que nos venga a la mente todo el rollo de los precios dinámicos que Ticketmaster ha establecido, primero en Estados Unidos y después en otros países del mundo. No vaya a ser que lo apliquen pronto acá.
Imagínate entrar Ticketmaster para conseguir entradas para tu banda favorita, y darte cuenta que oficialmente, el precio que estabas dispuesto a pagar se ha duplicado o triplicado. Así ha sucedido con algunos conciertos con alta demanda, y vaya que la empresa ha aprovechado la popularidad de algunas estrellas. Veamos las causas de este aumento, para estar preparados por si en algún momento llegan a aplicarlo en México.
La historia de los precios dinámicos y los problemas que han generado
Esta historia comenzó desde 2010, con la fusión de Ticketmaster y Live Nation, una de las productoras más grandes de conciertos en Estados Unidos. Con esto, en algunos eventos, esta empresota controla desde el anuncio del show hasta el final del mismo, pasando por boletaje, accesos y organización. En Estados Unidos han habido investigaciones por años en contra de la empresa y esto ha afectado a los fans y a los artistas.
Con la anticipación de la gira más reciente de Bruce Springsteen, muchos fans se sorprendieron al ver que algunos boletos denominados Official Platinum por Ticketmaster llegaban hasta los 5,500 dólares. Muchos fans se quedaron sin asistir, y el equipo de The Boss tuvo que salir con una postura sobre esto, algo que llegó hasta el legislativo estadounidense.
Así es, bajo las reglas de oferta y demanda, Ticketmaster ha modificado los precios de los boletos, y aunque algunas personas suertudas consiguieron boletos para la gira de reunión de Oasis a un precio justo, la misma banda reconoció que desconocía que la boletera aplicaría cambios inesperados.
¿Cómo funcionan los precios dinámicos?
Pensemos en los boletos de avión o las habitaciones de hotel. Su precio cambia según la demanda y la cercanía a la fecha en que se adquieran. Si un espectáculo es súper popular, como el histórico The Eras Tour de Taylor Swift, los precios de las entradas pueden dispararse. Los espectáculos menos populares pueden tener precios más bajos para atraer a más compradores.
Empresas como Ticketmaster utilizan algoritmos que rastrean cosas como la popularidad del artista, disponibilidad de entradas (Menos entradas disponibles, precios más altos), tiempo para el show: Los precios pueden subir a medida que se acerca el show, ubicación del asiento: Los mejores asientos suelen costar más.
Más desventajas que ventajas para los amantes de la música
Algunas de las defensas de este sistema de venta son que teóricamente evita la reventa, porque al hacer ajustes automáticos dentro de la misma plataforma, hace que los revendedores puedan quedarse con boletos que de plano suban muchísimo y no tengan compradores.
Para quienes tengan gustos más independientes o emergentes, las entradas pueden tener precios bajos, para que se llenen los conciertos. Este fenómeno ha provocado que inclusive fans estadounidenses vuelen a Europa para ver a sus artistas favoritos a un precio más justo.
Del lado negativo, hemos visto entradas para artistas populares que cuestan miles de dólares, y hay mucha opacidad en la operación, además de que los fans perciben una injusticia cuando los precios cambian constantemente, y muchos fans se sienten excluidos de ver a sus artistas favoritos.
Es probable que los precios dinámicos lleguen para quedarse, ya que a pesar de las quejas de fans, investigaciones y aparente sorpresa de los artistas, Ticketmaster lo sigue aplicando. Algunos artistas, como Oasis, se están oponiendo, pero es un tema complejo que parece estar fuera del control de los artistas.