Cuando pensamos en las películas más aterradoras de todos los tiempos, definitivamente El proyecto de la bruja de Blair debería estar en la lista, pues estamos seguros que a muchos –nos incluimos– nos quitó el sueño esta cinta. Sin embargo, detrás de su desarrollo pasaron un montón de cosas essstrañas (aunque nada paranormal).
Fue en 1999 cuando se estrenó esta producción, la cual tomó por sorpresa a la industria cinematográfica, al mundo en general e incluso a sus propios realizadores. Lo decimos porque fue una película de bajo presupuesto que se rodó con 35 mil dólares de la época y terminó recaudando más de 248 millones de dólares (acá repasamos más proyectos grandiosos de aquel año).
‘El proyecto de la bruja de Blair’: Una película aterradora y polémica
Se juntaron varios factores para que El proyecto de la bruja de Blair fuera un éxito. Su historia, el formato en el que se grabó, la edición e incluso la campaña que armaron para que el público pensara que era un caso 100% real se combinaron para romperla durísimo en todo el mundo. Sin embargo, no todo fue risas y diversión en la grabación de este proyecto.
Daniel Myrick y Eduardo Sánchez fueron los directores y productores de la cinta (a través de su compañía Haxan Films); mientras que Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard se encargaron de filmar el metraje e interpretar a los protagonistas, tres supuestos estudiantes que se adentran en el pueblo de Burkittsville, Maryland para documentar la leyenda de la Bruja de Blair, una mujer acusada de brujería y asesinada en 1785.
Como ya lo comentábamos antes, nadie imaginaba que El proyecto de la bruja de Blair se convertiría en una de las películas de terror más aclamadas e importantes de todos los tiempos. Y justo, a raíz del éxito de la película tanto en crítica como en taquilla, fue que comenzaron los problemas, sobre todo para los actores que dieron vida a los personajes principales.
Resulta que Sánchez y Myrick entrenaron a Williams, Leonard y Donahue para que operaran las cámaras y el equipo de sonido. Sin un guion escrito, con un presupuesto muy limitado y usando sus nombres reales para los personajes, dejaron a los tres en el bosque con tan solo un par de ideas de lo que querían lograr con la filmación. Además de actuar, Joshua, Heather y Michael grabaron todo el material e incluso tuvieron que improvisar varias escenas.
Sin embargo, ninguno podía hablar de la producción de El proyecto de la bruja de Blair, pues les hicieron firmar un acuerdo en el que tuvieron que estar de acuerdo con pasar meses con un perfil bajo para mantener la ilusión de que la película fue grabada por tres estudiantes que desaparecieron bajo circunstancias extrañas tras investigar un caso paranormal en Maryland.
Pero no solo eso, el contrato que firmaron con Haxan Film decía que demás, aceptaban dar consentimiento para utilizar sus nombres reales en la cinta y si hacían un millón de dólares con la película, los actores tenían derecho a una participación del uno por ciento de las ganancias. En papel, esto último sonaba increíble, ¿no lo creen?
La compra de Artistan Entertainment y el inicio de los problemas para los actores
La productora Artisan Entertainment adquirió la cinta en el Festival de Sundance por 1.1 millones de dólares (donde por cierto, para asistir, los protagonistas tuvieron que pagar sus vuelos, hospedaje y viáticos), y se tomaron tan en serio la situación de hacer crecer el mito de que fue algo real lo que filmaron que les prohibieron a los actores aparecer en su estreno en el Festival de Cine de Cannes en mayo de 1999. Pero no solo eso, de plano no podían decir nada sobre su trabajo en el proyecto ni mucho menos desfilar por las alfombras rojas.
De acuerdo con Variety, Heather contrató a un publicista para que concretara entrevistas para hablar de El proyecto de la bruja de Blair, pero le prohibieron hacer promoción de la misma. Lo peor le tocó a Leonard, a quien eligieron para aparecer en una película independiente, pero Artisan y los directores le pusieron una amonestación, pues se suponía que no debía revelar que era actor y mucho menos que estaba vivo.
Aunque al final los dejaron aparecer en la alfombra roja de la cinta en Nueva York, durante meses los tres tuvieron que soportar todo esto, pues pensaban que, debido al éxito de la película, tarde o temprano les caería una buena lana de la cinta: pero eso no pasó. En cambio, para celebrar el hecho de que la película llegó a los 100 millones de dólares en la taquilla estadounidense, Artisan le envió a cada actor una canasta de frutas… así como lo leen.
Para que se den una idea de la situación de los actores de El proyecto de la bruja de Blair después del trancazo que fue la película, Donahue todavía tenía un trabajo temporal, Williams seguía moviendo muebles en Nueva York y Leonard servía comida a su agente en un servicio de catering: esto mientras aparecían en la portada de revistas como Newsweek y en programas del tamaño de The Tonight Show.
“Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que no íbamos a conseguir nada. Nos estaban excluyendo de algo en cuya creación estábamos íntimamente involucrados”, declaró Heather Donahue sobre esta situación, mencionando que tanto los directores como Artisan Entertainment fueron los que disfrutaron de la lana que hizo la cinta, dándole a los actores una parte muy pequeña de las ganancias.
En 2002, los actores demandaron a Artisan por usar sus nombres e imágenes en la secuela Book of Shadows: Blair Witch 2, la cual pasó sin pena ni gloria. Para 2004, llegaron a un acuerdo de aproximadamente 300 mil dólares que se les pagaría a cada uno de ellos a lo largo de varios años. Eso no fue nada, comparado con los 35 a 40 millones de dólares que The New York Times reportó que los directores y productores se embolsaron con la cinta original ese mismo año.
¿Qué pasó después con Heather, Michael y Joshua
A medida que pasaba el tiempo, las carreras de Michael, Heather y Joshua se estancaban. Los directores de casting pensaban que simplemente se habían interpretado a sí mismos en la película y, como habían utilizado sus nombres reales, no había ninguna separación entre sus identidades y la película.
Después de El proyecto de la bruja de Blair, Heather Donahue apareció en la película independiente Home Field Advantage, y junto a Freddie Prinze, Jr. y Jason Biggs en la comedia romántica Boys and Girls. En 2001, tuvo un papel en la cinta Seven and a Match y en el cortometraje The Velvet Tigress. En 2002, fue la coprotagonista en la miniserie de ciencia ficción Taken, producida por Steven Spielberg, por la que fue nominada a un premio Saturn a la mejor actriz de reparto en televisión.
A partir de ahí trabajó en diversos proyectos como The Walking Hack of Asbury Park, New Suit y The Big Time. En 2005, apareció como estrella invitada en un episodio de la comedia It’s Always Sunny in Philadelphia, pero su último papel importante fue en la película de terror de 2008, The Morgue, pues luego de este proyecto se retiró por completo de la actuación. Tras esto, se cambió el nombre a Rei Hance y se dedicó a cultivar marihuana medicinal, incluso escribió un libro basado en su nueva actividad llamado Growgirl.
Por su parte, Michael C. Williams tampoco se alejó tanto de los reflectores, pues luego de El proyecto de la bruja de Blair, apareció en series como La Ley y El Orden y FBI, así como en películas como Sally, Altered, The Objective y Satanic Hispanics. Su más reciente cinta fue Ghost Game de 2024.
Más allá de aparecer frente a las cámaras, Michael también fue director de la compañía teatral Big Blue Door Theater. Pero no solo eso, se convirtió en consejero vocacional y da clases de actuación e incluso dirige obras escolares en Westchester, Nueva York. Así que como verán, su vocación sigue siendo la misma, solo que sin el glamour y beneficios de las grandes ligas.
Quizá el más conocido del elenco de El proyecto de la bruja de Blair es Joshua Leonard, pues apareció en un montón de películas y series desde entonces. Para que se den una idea, participó en proyectos como Live from Baghdad, Things Behind the Sun, The Shaggy Dog con Tim Allen, Men of Honor junto a Robert De Niro y Cuba Gooding, Jr., Humpday, Hung, United States of Tara, The Motel Life con Dakota Fanning, If I Stay con Chloë Grace Moretz, Higher Ground junto a Vera Farmiga y Motel Bates.
Además de su carrera como actor, Joshua hizo su debut como director con el cortometraje The Youth in Us, que se mostró en el Festival de Cine de Sundance de 2005. Le siguió el documental Beautiful Losers, que ganó el Gran Premio del Jurado en CineVegas en 2008. También coescribió, dirigió y protagonizó The Lie, e incluso ha estado detrás de videos musicales para artistas como Morcheeba, Harper Simon y Fitz and the Tantrums.
Por último pero no no menos importante, Joshua Leonard ha enseñado dirección y actuación en The New York Film Academy, UC Irvine y la Academia Internacional De Cinema en São Paulo, Brasil. Para cerrar, a nivel personal, se casó con la actriz Alison Pill, con quien tiene una hija y parece llevar una vida tranquila.
Las broncas del elenco de ‘El proyecto de la bruja de Blair’ con Lionsgate
Pasaron los años y en 2003, Lionsgate anunció la compra de Artistan Entertainment. Para 2024, confirmaron que iban a reiniciar la franquicia de El proyecto de la bruja de Blair con la productora de películas de terror Blumhouse y en la presentación usaron imágenes de los protagonistas de la cinta original. Y claro, los actores no recibieron nada por esta “aparición”.
Cabe aclarar que en 2016, Lionsgate hizo una secuela, llamada simplemente Blair Witch, que tiene como protagonista a un personaje que resulta ser el hermano menor ficticio de Heather Donahue. Cuando la productora contactó a la Heather real, la actriz mencionó que le dejaron claro que planeaban usar su identidad hasta que ella buscara un acuerdo y los obligara a eliminar su rostro y apellido del proyecto.
En el momento de su estreno, Donahue apoyó la película en la prensa y habló con entusiasmo de la disposición de Lionsgate a aceptarla. Pero tras años fuera de la industria cinematografía, Heather afirmó que ahora ve el proyecto como otro ejemplo de lo poco que se ha sentido considerada. Al final, no le quedó de otra más que firmar para darle consentimiento en cuanto al uso de su imagen.
Sin embargo, no es la única bronca que Heather Donahue ha tenido con Lionsgate. En 2022 se descubrió que usaron sus gritos de El proyecto de la bruja de Blair en Tár, cinta que recibió varias nominaciones al Oscar (entre ellas a Mejor Actriz por el trabajo de Cate Blanchett). El estudio llegó a un trato con Focus Features al respecto, pero dejaron fuera a la actriz y eso la obligó a tener que buscar su propio acuerdo financiero.
Michael C. Williams también tuvo que ceder ante Lionsgate con Blair Witch, pues cuando la productora lo contactó para usar su imagen en la película, él y su familia vivían temporalmente en un departamento de una habitación después de que su casa terminara destruida durante una inundación, así que cualquier dinero que le cayera en aquel momento lo sintió como una bendición.
Los actores de la película rompieron el silencio en 2024
Durante muchos años, Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard estuvieron callados, apareciendo en una que otra convención para convivir con sus fans. Sin embargo, en 2024 rompieron el silencio al publicar en conjunto una carta en redes sociales dirigida abiertamente a Lionsgate donde pedían “una consulta significativa” sobre cualquier proyecto futuro relacionado con El proyecto de la bruja de Blair.
Esto porque lo más probable era que usaran sus nombres y rostros en las nuevas producciones. Además, pedían más pagos residuales retroactivos y futuros por estas películas equivalentes a la suma que les tocaba a través del Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA por sus siglas en inglés) si hubieran tenido la representación legal o sindical adecuada cuando se hizo la cinta original.
Por último, dentro de sus peticiones, el elenco de El proyecto de la bruja de Blair pidió a Lionsgate la creación de una beca de 60 mil dólares que buscan entregarla a un cineasta de género desconocido o aspirante para ayudarle a realizar su primer largometraje, con la idea de que los nuevos talentos tengan la oportunidad de desarrollar sus ideas.
Y a todo esto, ¿qué dijeron los directores de la película original? Bueno, como que “no queriendo”, le aventaron la bolita a Lionsgate, pues aunque no lo crean, apoyaron a Michael C. Williams, Joshua Leonard y Heather Donahue en todas sus exigencias… no es broma.
Eduardo Sánchez y Dan Myrick, junto a los productores Gregg Hale y Robin Cowie, y el coproductor Michael Monello publicaron una declaración conjunta en varios medios de comunicación pidiendo que le hicieran caso a los protagonistas de la cinta original y reconociendo sus aportaciones para que esta película se convirtiera en un clásico.
“Si bien nosotros, los cineastas originales, respetamos el derecho de Lionsgate de monetizar la propiedad intelectual como crea conveniente, debemos destacar las importantes contribuciones del elenco original: Heather Donahue, Joshua Leonard y Mike Williams. Como las caras literales de lo que se ha convertido en una franquicia, sus imágenes, voces y nombres reales están inseparablemente ligados a ‘El proyecto de la bruja de Blair’. Sus contribuciones únicas no solo definieron la autenticidad de la película, sino que continúan resonando entre el público de todo el mundo. Celebramos el legado de nuestra película y, de igual modo, creemos que los actores merecen ser celebrados por su duradera asociación con la franquicia”.
Después de toda esta situación, parece que los protagonistas de El proyecto de la bruja de Blair por fin se pueden anotar una victoria, pues todo indica que llegaron a un acuerdo con Lionsgate para que dejen de usar sus nombres e imágenes. Aunque eso sí, ni la compañía ni los actores dieron detalles sobre el trato que cerraron.
A pesar de las broncas que les trajo participar en esta cinta, Michael C. Williams, Joshua Leonard y Heather Donahue no se arrepienten de haber trabajado en el proyecto e incluso se sienten orgullosos de lo que lograron. Sin embargo, nunca aceptaron darle gratis sus identidades a un estudio para que siguieran haciendo dinero usándolos.