
5 SEPTIEMBRE 2025- INTERNACIONAL- El Ejército israelí ha afirmado que ya controla el 40% de la ciudad de Gaza, tras más de tres semanas de bombardeos incesantes. La ofensiva israelí, que ha dejado cientos de palestinos muertos y ha provocado la demolición de viviendas y edificios, continúa intensificándose. El portavoz militar israelí, Effie Defrin, aseguró en un videomensaje que la operación se expandirá en los próximos días, y que las fuerzas israelíes continúan atacando de manera sistemática la infraestructura de Hamás en la ciudad, en particular en los barrios de Zeitún y Sheikh Radwan.
Las fuentes sanitarias en la Franja de Gaza, citadas por el medio Al Jazeera, reportaron que Israel mató a 69 gazatíes solo este jueves, lo que eleva el número total de fallecidos a más de 64,000 personas desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. Estas cifras, que no pueden ser verificadas de forma independiente, muestran la devastación que está sufriendo la población civil en la Franja. La escalada militar y la destrucción sistemática de la infraestructura civil han provocado una crisis humanitaria sin precedentes y han dejado a la población en una situación de extrema vulnerabilidad.
El control del 40% de la ciudad de Gaza por parte del Ejército israelí es un hito importante en la guerra. Sin embargo, este control militar no garantiza el fin del conflicto, ya que la principal amenaza para Israel, Hamás, es una organización que opera bajo tierra en una vasta red de túneles y fortificaciones. La guerra urbana es un desafío para cualquier ejército, y el control de un territorio no es lo mismo que el control de la situación. Además, la destrucción masiva de viviendas y edificios no solo afecta a la población civil, sino que también dificulta la capacidad de las fuerzas israelíes para operar y moverse en la ciudad.

Una crisis humanitaria en aumento y la respuesta internacional
La ofensiva en Gaza ha provocado una de las peores crisis humanitarias de la historia. La falta de acceso a alimentos, agua, medicinas y otros suministros básicos ha puesto en riesgo la vida de millones de personas. La situación en los hospitales es crítica, ya que los ataques israelíes han dejado a muchos de ellos inoperativos. La respuesta internacional ha sido lenta y fragmentada, con la mayoría de los países pidiendo un alto el fuego, mientras que otros continúan apoyando a Israel en su guerra contra Hamás. La falta de un consenso global ha dejado a la población de Gaza en un estado de abandono.
La escalada del conflicto es una seria amenaza para la estabilidad regional, ya que la guerra podría extenderse a otros países como Líbano, Siria o Irán. La posibilidad de una guerra regional, que podría involucrar a potencias nucleares, es una pesadilla que muchos analistas geopolíticos temen. El llamado de Israel a la «intensificación» de sus operaciones es una señal de que el conflicto no se detendrá en el corto plazo y que la situación en Oriente Medio seguirá siendo volátil y peligrosa.
