
Una nueva e histórica misión internacional comenzó con el exitoso despegue de la nave espacial rusa Soyuz MS-28 este jueves 27 de noviembre de 2025. La nave se dirige a la Estación Espacial Internacional (EEI) con una tripulación mixta compuesta por cosmonautas rusos y un astronauta de la NASA. Este lanzamiento simboliza un capítulo clave en la continuidad de la cooperación espacial entre Estados Unidos y Rusia, a pesar de las tensiones geopolíticas en otras áreas.
La Soyuz MS-28 Despega desde el Histórico Cosmódromo de Baikonur
La nave espacial rusa Soyuz MS-28 partió sin contratiempos a las 12:28 p.m. (hora de Moscú) desde el legendario Cosmódromo de Baikonur, en la estepa de Kazajistán. La maniobra de despegue, impulsada por un cohete Soyuz 2.1a, fue transmitida en vivo por Roscosmos, la agencia espacial rusa. Las imágenes captaron la cápsula espacial ascendiendo con éxito hacia la órbita.
El despegue de la Soyuz MS-28 se considera fundamental no solo para el relevo de la tripulación en la EEI, sino también para garantizar la continuidad de las operaciones del laboratorio orbital. El éxito de esta operación reafirma la confiabilidad de la nave rusa Soyuz como vehículo de transporte principal para misiones internacionales.
Tripulación Mixta: Un Astronauta de la NASA y Dos Cosmonautas Rusos

A bordo de la nave Soyuz MS-28 viaja una tripulación trinacional. El equipo está liderado por los cosmonautas rusos Sergei Kud-Sverchkov, quien realiza su segundo viaje al espacio como comandante, y Sergei Mikayev, quien debuta en este vuelo espacial. Lo más notable es la inclusión de Christopher Williams, un astronauta de la NASA, que también realiza su primera misión orbital.
La presencia de un astronauta de la NASA en la nave espacial Soyuz es un testimonio directo de la duradera cooperación espacial entre las dos potencias. La tripulación, que incluye un comandante experimentado y dos novatos, se unirá a los residentes actuales de la EEI para participar en una amplia gama de estudios científicos, mantenimientos y experimentos programados por la NASA y Roscosmos.
Misión de Ocho Meses: Continuidad de la Investigación Espacial
Esta misión espacial rusa tendrá una duración aproximada de ocho meses. El regreso a la Tierra de la tripulación está tentativamente programado para finales de julio de 2026, aunque la fecha exacta dependerá de las condiciones operativas y la disponibilidad de los vehículos de retorno. Durante su estancia, el astronauta de la NASA y sus compañeros se centrarán en experimentos que abordan desde la biología y la física hasta el desarrollo de nuevas tecnologías para futuros viajes de larga duración.
La investigación espacial que se llevará a cabo es esencial para el avance científico global, incluyendo estudios sobre la adaptación del cuerpo humano a la microgravedad, que son cruciales para planificar misiones tripuladas a la Luna y a Marte. El prolongado periodo de la misión espacial rusa garantiza una valiosa colección de datos para el futuro.
El Mecanismo de Intercambio de Asientos de la Cooperación Espacial
Para complementar la nota, la inclusión del astronauta de la NASA, Christopher Williams, en la Soyuz MS-28 se debe al acuerdo de intercambio de asientos o ‘trueque’ entre Roscosmos y la NASA, un mecanismo clave que sostiene la cooperación espacial actual. Bajo este acuerdo, la NASA no paga por el asiento del astronauta en la Soyuz; en cambio, un cosmonauta ruso viaja en una cápsula estadounidense (como SpaceX Crew Dragon) a la EEI. Este intercambio asegura que, independientemente de cualquier problema con los vehículos de lanzamiento de un país, la Estación Espacial Internacional esté siempre tripulada por al menos un representante de cada socio principal (EE. UU. y Rusia), garantizando la operación continua y la seguridad de la EEI.








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