La ola de violencia que se vive en Sinaloa “exhibe que la militarización del país no ha servido para generar mejores condiciones de seguridad”, afirmó Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad.
En entrevista, señaló que no servirá de nada que el gobierno federal despliegue más elementos de la Guardia Nacional para patrullar el estado porque “no ha servido en seis años, no va a servir hoy”.
“Si tú no tienes un plan y no tienes un objetivo claro, y no hay una intención de detener a los grupos delictivos, puedes mandar a 100 millones de soldados, pero si no van a hacer nada, no sirve”, expresó.
Refirió que las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador y del general Jesús Leana Ojeda, comandante de la Tercera Región Militar, dejan claro que quien controla la seguridad en Sinaloa “es la delincuencia, no es el Estado”.
“El Mayo” y “El Chapo”, detenidos porque gobierno extranjero hizo el trabajo de México
“Hay varias fallas por parte del Estado, la primera es que las detenciones de ‘El Mayo’ (Zambada) y del hijo de ‘El Chapo’ (Joaquín Guzmán López) no suceden en México, no son hechas por autoridades mexicanas, no hay carpetas de investigación que hayan avanzado, no hay una persecución de los delincuentes en territorio nacional”, dijo.
“Si hoy éstos están detenidos es porque hay un gobierno extranjero que hizo el trabajo que México no hizo”, comentó.
Comentó que la presidenta electa recibirá un gobierno con una estrategia de seguridad pública deteriorada por las políticas fallidas que aplicó López Obrador.
“Abrazos, no balazos”, una política que fracasó
Especificó que la estrategia de “abrazos, no balazos” fue ineficaz y propició que la violencia en el país creciera por la falta de un combate frontal a los grupos delictivos.
“Es absolutamente una política que fracasó… el Presidente entregará un país mucho más violento y mucho más controlado por los grupos delictivos respecto al que recibió”, alertó.
Francisco Rivas explicó que para que se recupere la paz es necesaria una estrategia clara para reconstruir las condiciones de seguridad en el estado, que implica la detención de ciertas personas, perseguir el patrimonio económico de los grupos delictivos, asegurar armas, drogas, efectivo y todos aquellos insumos que les sirven para estar fortalecidos.
“(Además) se requeriría una participación no sólo de las fuerzas federales, también de las estatales, en conjunto, para poder cerrar la pinza, en contraste con lo que vemos”.