
22 de Diciembre del 2025.- Una historia de fidelidad absoluta ha conmovido a la comunidad de Espírito Santo, en Brasil, tras un fatal accidente de tránsito. Mariani Gambarini Vassoler, una ingeniera de apenas 31 años, perdió la vida el pasado viernes mientras se dirigía a pasar las fiestas con su familia. Sin embargo, lo que más ha impactado a quienes atendieron la emergencia fue que su fiel can nunca se apartó de su lado, permaneciendo junto a ella hasta el último momento.
Horas antes del siniestro, la joven profesional había compartido una tierna imagen en sus redes sociales donde aparecía sonriente junto a su mascota. En la publicación, Mariani escribió la frase «Vámonos a casa», indicando que iniciaba el viaje hacia la localidad de Iriri para reencontrarse con su madre. Nadie imaginaba que esa fotografía se convertiría en el último recuerdo de la ingeniera y su amado animal de compañía.
El impactante hallazgo de los equipos de rescate
El accidente ocurrió cuando el vehículo de la joven colisionó de frente contra un camión en la carretera. Según las primeras investigaciones, el asfalto mojado por las intensas lluvias pudo causar que Mariani perdiera el control de su automóvil. Al llegar al lugar de los hechos, los equipos de emergencia encontraron una escena desgarradora: mientras la mujer yacía sin vida, su mascota Chopp estaba allí, custodiándola sin intención de abandonar el coche.
Los rescatistas informaron que el pequeño animal se encontraba en estado de shock y se resistía a ser retirado del interior del vehículo destruido. Su instinto de protección fue tan fuerte que, a pesar del ruido y la confusión del operativo, el amigo peludo se mantuvo firme junto al cuerpo inerte de su dueña. Esta demostración de amor incondicional dejó sin palabras a los oficiales encargados de levantar el siniestro.
Un nuevo hogar marcado por el recuerdo y la tristeza
Finalmente, la madre de Mariani llegó al lugar del accidente para hacerse cargo de la situación y del sobreviviente de cuatro patas. Los familiares relataron que, al ver al perro, la mujer lo tomó en su regazo y ambos compartieron un momento de profundo dolor entre lágrimas y abrazos. El compañero fiel fue trasladado a la casa familiar, donde ahora descansa en la que solía ser la habitación de la joven ingeniera.






