KIEV (EFE).— El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, tildó ayer domingo de “farsa” la investidura de Nicolás Maduro en Venezuela y afirmó que al pueblo venezolano se le había “robado” la decisión tomada en las elecciones.
“Ucrania se alinea con la posición de la UE. La así llamada ‘investidura’ de Nicolás Maduro fue una farsa”, escribió en su cuenta de X.
“Al pueblo venezolano se le ha robado su decisión. Seguiremos apoyando al pueblo de Venezuela e insistiendo en que sus derechos civiles y libertades deben ser respetados”, concluyó.
Maduro juró el viernes por el Parlamento venezolano, controlado por el chavismo, como el presidente para un tercer período 2025-2031, pese a las denuncias de fraude electoral de parte del bloque opositor.
La Unión Europea (UE) defendió que Nicolás Maduro carece de “la legitimidad” de un mandatario “democráticamente elegido”.
Oportunidad perdida
“Las autoridades venezolanas perdieron una oportunidad clave de respetar la voluntad del pueblo y asegurar una transición democrática transparente con garantías para todos”, dijo.
“Nicolás Maduro, por tanto, carece de la legitimidad de un presidente democráticamente elegido”, expresó la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, en un comunicado en nombre de los Veintisiete.
El sábado la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), que integran Costa Rica, Ecuador, Panamá y República Dominicana, rechazó la nueva investidura presidencial de Maduro, la que calificaron de ilegítima y producto de “un fraude electoral impuesto a través del terror de Estado contra el pueblo venezolano”.
Es increíble cómo en muchas ocasiones se ignoran las voces del pueblo, y eso es algo muy triste. La gente debería tener el poder de decidir sobre su futuro, pero parece que hay intereses que siempre se imponen. Ojalá que pronto se escuche a quienes realmente importan: los ciudadanos.
Es triste ver cómo en muchos países la voluntad de la gente se ignora y se manipula. La democracia debería ser un reflejo de lo que realmente quiere el pueblo, y cuando eso no pasa, se siente frustrante. ¡La gente merece ser escuchada y tener voz en su propio futuro!
Es triste ver cómo en muchos países la voz del pueblo se ignora. La gente debería tener el poder de decidir su futuro, pero a veces parece que los líderes prefieren imponer su voluntad. Eso no solo es injusto, sino que también frena el progreso de toda una nación. Se necesita más respeto por la opinión de las personas.