
LA HABANA.- La realidad dolorosa y apremiante en Cuba evidencia que necesita cambios estructurales, sociales, económicos y políticos, según advirtió la Conferencia de Obispos Católicos de la isla (COCC).
La COCC llamó este domingo “a quienes tienen responsabilidades más altas” a hacer algo por salvar a Cuba y devolver la esperanza a sus habitantes.
Obispos piden cambiar el rumbo en Cuba sin miedo
En un mensaje inusualmente directo y explicito, titulado “Peregrinos de esperanza”, los obispos reflexionaron sobre las difíciles condiciones en que viven los cubanos y animaron a cambiar el rumbo sin miedo.
“Son muchos los que viven desesperanzados, aprisionados por la incertidumbre y la confusión ante un presente dramático y un futuro que no se acaba de ver con claridad…”
Obispos en Cuba
“Se tiene la impresión de que hemos perdido los resortes, el dinamismo y la voluntad para cambiar las durísimas condiciones de vida del pueblo”, señalaron.
Sobre la crisis económica, subrayaron que “la cotidianidad obliga a la búsqueda afanosa de los bienes primarios, la falta prolongada de corriente eléctrica afecta el descanso y paraliza el estudio y el trabajo”.
La emigración fragmenta familias cubanas
“Las familias se fragmentan cada vez más por la emigración creciente, y el desencanto y la apatía se apoderan de tantos, agobiados por la repetición de promesas que no se concretan nunca”.
“Con desesperanza y sin alegría no hay futuro para ningún pueblo”, sostuvieron los obispos en la misiva.
Asimismo, se refirieron a los pobres, los ancianos solos y abandonados, los que duermen o deambulan por las calles, los que buscan comida diariamente en contenedores de basura, los que no logran dormir en las interminables noches de apagón, los padres de familia agobiados por el futuro incierto que vislumbran para sus hijos”.
También citaron a los que están resentidos o rotos y se vuelven cada vez más violentos, los que no sienten que pueden expresar libremente sus convicciones, los que se enrolan en el alcohol, las drogas y otras adicciones, carentes de amor y vaciados de esperanza.
¿Cómo revitalizar la esperanza de los cubanos?
La COCC afirmó que la pregunta ¿Cómo revitalizar la esperanza de tantos cubanos? es seria e impostergable y reclama la participación de todos, sin exclusiones ni respuestas preconcebidas o ideológicas.
“La realidad dolorosa y apremiante del país exige cambiar el rumbo de esta situación (…) y hay que hacer algo para salvar a Cuba y devolvernos la esperanza”
“Este reclamo es una invitación a todos, pero fundamentalmente a los que tienen responsabilidades más altas a la hora de tomar decisiones para el bien de la nación“, recalcaron los obispos.
Consideraron que es el momento de crear un clima, sin presiones ni condicionamientos internos y externos, donde se puedan llevar adelante los cambios estructurales, sociales, económicos y políticos que Cuba necesita.
Obispos católicos piden un cambio de rumbo en Cuba
Los obispos remarcaron su deseo de dar una palabra de aliento: “¡No tengamos miedo de emprender nuevos caminos!, así como de tender puentes y diálogo para encontrarse más que de confrontarse”.
El pronunciamiento ocurre luego de la visita a la isla hace una semana del secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados y Organismos Internacionales, Paul Richard Gallagher, la primera de un alto representante del Vaticano tras el inicio del pontificado de León XIV.
Gallagher destacó el papel de la iglesia católica y de la diplomacia de la Santa Sede para promover los derechos y libertades, así como la abierta comunicación para construir puentes.
Es bueno que la iglesia hable sobre la situación en Cuba, porque la gente necesita escuchar que hay esperanza y que se pueden hacer cambios. Pero, al mismo tiempo, me pregunto si realmente se van a tomar en serio estas palabras o si solo quedará en un llamado más sin acción.
Es bueno que la iglesia hable sobre lo que está pasando en Cuba, porque la gente necesita escuchar que hay apoyo y que no están solos en esta lucha. Pero también es cierto que las palabras deben ir acompañadas de acciones concretas. Solo hablar no es suficiente, hay que hacer algo real para cambiar la situación.
Es bueno que la Iglesia hable sobre la situación en Cuba, porque la gente necesita escuchar que hay un camino hacia el cambio. Pero, a veces, se siente que las palabras se quedan en eso, palabras. La acción real es lo que se necesita para que las cosas mejoren de verdad.