El internet de las cosas funciona de maneras misteriosas. Sobre todo, en los últimos años hemos visto cómo se han viralizado canciones de décadas pasadas. Y ese es el caso de “Gypsy Woman”, la rola más icónica de Crystal Waters, cantautora estadounidense que a inicios de la década de los 90 se convirtió en una figura relevante del dance y el house.
Sin embargo, a diferencia de otros artistas de la época –que se dedicaban a componer himnos para la pista de baile con letras que en su mayoría, solo invitaban a pasarla bien en los clubes–, Crystal buscaba hacer consciencia sobre un tema social muy importante en Estados Unidos del que nadie estaba hablando a través de la música pop.
Crystal Waters dejó un trabajo de oficina para dedicarse a la música
Para quien no la conozca, Crystal Waters nació dentro de una familia con un enorme talento musical. Su tía abuela, Ethel Waters, fue una famosa cantante y actriz en la década de los 40. Su padre, Junior, era músico de jazz y su tío era el saxofonista principal del grupo MSFB: así que siempre estuvo en contacto con ese lado artístico.
A los once años, Crystal comenzó a escribir poesía y fue incluida en la
Sociedad de Poesía de Estados Unidos cuando tenía 14 años, siendo una de las persona más joven en recibir ese honor. Sin embargo, en lugar de seguir ese camino, decidió estudiar negocios e informática y trabajar para el gobierno del Distrito de Columbia, en Washington (donde emitía órdenes de arresto).
Aunque no tenía pensado dedicarse a la música, el destino quiso que la voz de Crystal Waters sonara en canciones. Como si se tratara de un guión para una película, el primo de un compañero de trabajo era dueño de un estudio de grabación y Crystal descubrió que estaban buscando coristas. Fue al lugar y consiguió quedarse, convirtiéndose en compositora y segunda voz de otros artistas.
Sin embargo, la vida de Waters cambió por completo cuando conoció a Basement Boys, un equipo de producción de música house conformado por Jay Steinhour, Teddy Douglas y Thommy Davis. Los tres querían que Crystal escribiera algunas canciones para ellos, manteniendo influencias del jazz y el blues, y las primeras rolas que compuso bajo esa idea fueron “Makin’ Happy” y “Gypsy Woman”.
La impactante historia real de la mujer que inspiró “Gypsy Woman”
Desde que Crystal Waters llegó con “Gypsy Woman”, llamó la atención de los Basement Boys, sobre todo porque lo primero que escribió fue el coro (ya saben, la parte donde solo tararea “La da dee la da da”), el cual tenía mucho potencial para hacer una canción dance pegajosa junto con una línea de bajo ponchada. Pero faltaba completar los versos y fue ahí donde encontró la inspiración, en una persona que la cantautora conoció en las calles.
En entrevista para Songfacts, la propia Crystal contó que luego de recibir los beats de la canción, se puso a pensar en quién podría relacionarse con esa parte que armó para el coro, y fue en ese momento cuando se acordó de una mujer que solía ver cuando caminaba por las calles del centro de Washington, D.C. vestida de negro cantando y pidiendo dinero.
“Estaba en Washington, DC y ella solía pararse frente al Hotel Mayflower en Connecticut Avenue. Estaba vestida toda de negro y con la cara llena de maquillaje, cantando canciones gospel, y yo solía pasar por su lado como una vez a la semana. Yo decía, ‘No hay nada malo con ella, necesita conseguir un trabajo’. Tenía una actitud muy negativa hacia esa mujer. Y luego el periódico local de la ciudad publicó un artículo sobre ella y dijo que acababa de perder su trabajo en el comercio minorista y que sentía que si iba a pedirle dinero a alguien, al menos podría estar y verse presentable”.
La historia cambió por completo mi actitud sobre la falta de vivienda, sobre cómo podría haber sido cualquiera. La semana pasada tenía un trabajo, esta semana no. Era como tú y como yo, como dije en la canción. Entonces, todo ese incidente realmente cambió mi visión sobre la falta de vivienda y sobre eso escribí la canción”.
Por supuesto que esta historia tan impactante de la vida real se salía por completo del molde de lo que trataban las canciones dance del momento (pues la mayoría se centraban en un club o una fiesta). Sin embargo, en la letra de “Gypsy Woman”, Crystal Waters decidió tener como protagonista a esa mujer sin hogar completamente maquillada cantando en las calles y ganándose unos dólares para sobrevivir.
Así fue como desarrolló toda la idea, pero hubo algo que nunca cambió: el coro. Crystal mencionó que cuando compuso esa melodía vocal, las sílabas eran demasiado cortas para utilizar palabras reales. Es por eso que el “La da dee, la da da” se quedó, además de que estas frases –aparentemente sin sentido– iban muy bien para representar a la mujer de la que hablaba.
Crystal Waters luchó para que el mensaje de la canción se notara hasta en el título
En un inicio, se suponía que “Gypsy Woman” sería para la cantante Ultra Naté. Sin embargo, cuando Crystal Waters grabó un demo de la canción, Mercury Records armó un contrato de grabación para ella y nunca le pasó la rola a quien se suponía que tenía que cantarla. Esto –bajita la mano– le sirvió y mucho, pues el tema convenció a la disquera de darle una oportunidad para grabar un disco.
Finalmente, el 3 de abril de 1991, la canción se lanzó como el primer sencillo del álbum debut de Crystal, Surprise, y sobra decir que fue un hitazo. Sin embargo, Waters no estaba muy contenta con el título con el que salieron los primeros singles la rola, pues dependiendo del país, en un principio la empezaron a promocionar como “Gypsy Woman (La Da Dee La Da Da)” o “Gypsy Woman (La Da Dee)”.
Crystal Waters consideraba que el mensaje de la canción parecía perderse con los títulos que la disquera la había puesto, ya que quería que la gente escuchara la letra sobre la falta de vivienda. Es por eso que tras pelear mucho con Mercury Records, en las ediciones posteriores del sencillo y del disco renombraron a la rola como “Gypsy Woman (She’s Homeless)”, que hacía más sentido con la historia que estaba contaba.
Por si esto no fuera suficiente, el videoclip dirigido por Mark Pellington (quien ha trabajado con artistas del tamaño de U2, Pearl Jam, R.E.M., Alice in Chains, Moby, Anthrax, INXS, Keane y Cage the Elephant) reforzó el trasfondo de la rola. En este visual, sale Waters cantando y por ahí aparece la mujer de la letra, con una máscara de teatro y guantes dorados, sosteniendo un espejo mientras se pinta los labios, bailando bajo un farol o acostada en una banca de parque.
“Gypsy Woman” se convirtió en una rola de protesta en la pista de baile
Desde entonces, este temazo se convirtió en un himno de la música dance, que le valió a Crystal Waters tres nominaciones en los American Music Awards y encabezar las listas de popularidad en Estados Unidos, Reino Unido y gran parte de Europa. Eso sin contar los covers, sampleos y remixes de la rola que han lanzado otras artistas, como Katy Perry, Alicia Keys y Jorja Smith hasta La Tigresa del Oriente, jiar jiar jiar.
Sin embargo, más allá de ser una canción para sacar los pasos prohibidos, con este clásico, Waters dejó claro con “Gypsy Woman” que la música house –al igual que el soul, el R&B, el hip-hop, el folk, el punk y otros géneros– también podía ser tan socialmente consciente y servir para denunciar situaciones que afectan a las minorías.
Con esta canción, Crystal Waters se dio cuenta de la situación que enfrentaban algunas personas a su alrededor. Pero además de notar el problema de las viviendas en Estados Unidos, tocar un tema que sigue incomodando a muchos y evidenciarlo a través de la música, logró empatizar con las personas afectadas al darle voz a esta mujer en situación de calle que, como dice la canción, es como todos nosotros y cualquiera podría encontrarse en la misma situación de un momento a otro.