Muy cerca de la capital, en Naucalpan de Juárez, Estado de México, se creó a mediados del siglo XX un moderno complejo residencial llamado Ciudad Satélite. Esta es la historia de las raras pero vanguardistas Torres de Satélite, el monumento que distingue a este lugar y que hoy sigue en pie con más de 60 años de antigüedad.
Este conjunto escultórico de estilo modernista es la creación de tres de los mejores arquitectos y artistas de esa época. El trabajo del escultor y poeta polaco Mathias Goeritz, del arquitecto e ingeniero Luis Barragán y del pintor Chucho Reyes Ferreira —los dos últimos nacidos en Guadalajara—, dio como resultado la gran obra plástica que sirvió como punto de referencia para distinguir a la nueva ciudad autónoma.
La Ciudad de México daría el verdadero salto hacia la modernidad durante los años 50, cuando empezó la era de los rascacielos y de las grandes colonias residenciales que conformaron la gran urbe.
El proyecto de la nueva ciudad se comenzó a trazar desde 1954 y quedó a cargo del célebre arquitecto y urbanista Mario Pani, que entre otras obras importantes diseñó Ciudad Universitaria y la Torre Insignia. También el pintor José Luis Cuevas intervino en el diseño del proyecto.
Y para 1958 quedó en pie el raro y vanguardista monumento compuesto por cinco columnas prismáticas que marcan la llegada al que sería uno de los más modernos complejos habitacionales de su época.
Otro paso hacia la modernidad
Los grandes cambios llegaron a la CDMX durante los años 50, ya que anteriormente su territorio se componía de varias poblaciones y colonias apartadas que poco a poco se juntaron.
Del tranvía se pasó al uso del trolebús. En esa década se modernizó el Aeropuerto Internacional y se inauguró la Ciudad Universitaria, así como la Torre Latinoamericana y el primer edificio del Conjunto Urbano Nonoalco en Tlatelolco.
Los suburbios no se quedaron atrás y para 1957 se aprobó la construcción Ciudad Satélite en el terreno conformado por la hacienda “Los Pirules”, un alfalfal de la cuenca lechera del Estado de México.
Y así, pensada para las familias de la clase media que ya saturaban la capital, surgió la pequeña ciudad inspirada en las modernas zonas urbanas de los Estados Unidos.
Ciudad Satélite con sus vialidades inteligentes, la curiosa alineación de sus calles vigiladas y sus casas modernas con grandes jardines y alberca era la sensación para la época y sus torres ubicadas en el recién inaugurado tramo de Periférico Norte, eran su distintivo principal.
Las raras pero vanguardistas Torres de Satélite
El arte y la arquitectura de la mitad del siglo XX daba el paso de lo clásico a lo moderno y funcional. Así, el monumento para indicar la entrada a la nueva Ciudad Satélite estaría compuesto por cinco enormes torres muy llamativas. Su proyecto fue una petición del arquitecto Mario Pani a los artistas encargados.
Mathias Goertiz, Luis Barragán y Chucho Reyes Ferreira pusieron manos a la obra y planearon el diseño del monumento inspirados en unas torres medievales del pueblo de San Gimignano en Italia, que en su tiempo representaban riqueza y poder por su gran altura y que son similares entre ellas, pero varían en su tamaño.
Las Torres de Satélite llaman la atención de cualquiera por su composición y sus tonalidades. El proyecto originalmente era de siete torres y alguna de ellas alcanzaría los 200 metros de altura, pero por la falta de presupuesto, sólo se hicieron cinco. La altura de la más alta es de 52 metros y la más corta mide 30 metros.
Cinco torres insertadas en el paisaje urbano
Pero definitivamente estas cinco estructuras resaltan en el paisaje, aún hoy en día. Goertitz pensó en pintarlas de color naranja como el atardecer, pero originalmente se pintaron en blanco, amarillo y ocre. Con el tiempo se han pintado en una gran variedad de colores y se les instaló una iluminación especial que las hace resaltar.
Las torres están hechas de hormigón y se colocaron sobre una base del mismo material. Tienen una estructura hueca y se han restaurado varias veces con el paso del tiempo. Para 2012 fueron declaradas como patrimonio artístico de México.
Con los años Ciudad Satélite perdió su autonomía debido al crecimiento urbano y se puede decir que hoy está anexada a la CDMX, aunque pertenece al Estado de México.
Aún con el paso de los años llega a ser emocionante ver estas raras pero vanguardistas Torres de Satélite que marcaron la historia del urbanismo mexicano, adornan el paisaje y después de más de 60 años siguen mirando hacia el futuro.
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