Los caimanes, lagartos y cocodrilos son algunos de los depredadores más temidos de la naturaleza. ¿Quién diría que llevan una estrecha relación con las mariposas?, una de las especies más delicadas y armoniosas que podemos encontrar. Así es la genial (y poco conocida) relación entre los caimanes y las mariposas.
Todo tiene un porqué en el mundo natural y estas especies mantienen una relación estrecha. A partir de una serie de fotografías tomadas en la región del Amazonas por Mark Cowan, un experto en lo relacionado con la fauna salvaje, hemos logrado conocer el lado más sensible de uno de los animales más temidos por la humanidad.
Esta relación entre reptiles y mariposas es un asunto ancestral. El caso es que las lágrimas de cocodrilo contienen una gran cantidad de proteínas que sirven como protección para este y otros reptiles. Y gracias a esta abundancia de proteínas, estas lágrimas sirven como alimento a las mariposas e incluso a las abejas. Y este momento quedó capturado en las fotos de Mark Cowan.
Una relación duradera
En la naturaleza suceden fenómenos espectaculares que nunca van a dejar de sorprendernos. Así, una imagen que parece de cuento nos cautiva con un temible ser de procedencia prehistórica que queda muy adornado con un sombrero de mariposas. Es una imagen de los sucesos increíbles que acontecen en la jungla del Amazonas.
Por lo que vemos en la foto, las mariposas acostumbran refrescarse y obtener alimento de las lágrimas de este joven caimán como si estuvieran en una fuente de sodas. Los lagartos no dejan de ser enigmáticos con su piel llena de escamas y sus enormes fauces. Y ahí es donde a diversos insectos les gusta pararse a descansar, porque hasta abejas y abejorros hacen una parada para beber de los ojos del caimán.
Y no sólo los caimanes y otros lagartos refrescan a los insectos. Desde tortugas y otros reptiles hasta vacas, ovejas y caballos, también alimentan con la sal y las proteínas de sus lágrimas a diversos huéspedes. A este fenómeno se le da el nombre de “lacrifagia” y hasta se dice que las lágrimas humanas sirven de alimento a ciertos insectos.
Imágenes comprometedoras
Es así como Mark Cowan pudo captar con su cámara estas imágenes del momento en que un caimán amazónico dona algo de sus lágrimas a un grupo de mariposas. Aunque en realidad este fenómeno debe ser común, sobre todo en las selvas sudamericanas. Pero gracias a la cámara de este naturalista aventurero podemos ver imágenes que no se ven todos los días.
Una de estas fotografías recibió mención especial en el concurso que la Royal Society (o Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural) organizó en 2016 para premiar a las mejores fotos de los fenómenos naturales que ocurren en los diferentes ecosistemas del planeta. En esa ocasión se recibieron más de 1000 entradas para la competencia.
Un momento que podría considerarse como mágico quedó capturado en la cámara para que todos conociéramos un momento caprichoso de la naturaleza. La fotografía que recibió la mención, con un caimán coronado de mariposas, hasta podría parecer un montaje o un meme, pero es un momento más que ocurre en nuestro planeta.
Una genial relación
Así es como uno de los animales más temidos de la selva amazónica cede sus “lágrimas de cocodrilo” a unas elegantes mariposas y queda muy arreglado y muy coqueto como para ir a una fiesta. El lagrimeo en estos animales se da cuando engullen a sus víctimas, y según la ciencia, sirve para lubricar su faringe y facilitarles la digestión. Al fin y al cabo, son “lágrimas de cocodrilo”.
Pero así son las relaciones que se dan en la ecología. Las mariposas, abejas e incluso las moscas se pueden ver beneficiadas de estos lagrimeos. Existe una genial y poco conocida relación entre los caimanes y las mariposas. La naturaleza está llena de contrastes y debe haber más fotos de este tipo de otros momentos que resultan encantadores.
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