
26 DE DICIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. En un acto que ha conmovido a la sociedad yucateca, un operador del transporte público demostró que la integridad sigue siendo un valor fundamental en su labor diaria. El protagonista de esta historia es el señor Ramón Marquina, quien mostró una honestidad de un taxista inigualable al devolver la cantidad de 300 mil pesos en efectivo. El dinero pertenecía a un pasajero de 78 años de edad, quien lo dejó olvidado tras realizar un servicio en la capital del estado.
La Agencia de Transporte de Yucatán (ATY) no dejó pasar desapercibido este noble gesto y organizó una ceremonia oficial para premiar al conductor. El titular de la dependencia, Jacinto Sosa Novelo, fue el encargado de entregar el galardón, subrayando que este tipo de acciones dignifican el oficio. Durante el evento, se resaltó que la honestidad de un taxista es el pilar que construye la confianza entre los ciudadanos y el sistema de transporte público actual.
Un reconocimiento que trasciende el valor económico
El director de la ATY aprovechó el encuentro para platicar con el operador sobre la relevancia de mantener principios éticos en el servicio a la comunidad. Sosa Novelo afirmó que la honestidad de un taxista sirve como un ejemplo brillante para sus compañeros de gremio y para las nuevas generaciones de conductores. El funcionario enfatizó que trabajar con valores es indispensable para mejorar la calidad del servicio que reciben miles de usuarios todos los días en Mérida.

Por su parte, Ramón Marquina, quien es miembro del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV), se mostró visiblemente emocionado al recibir el documento oficial. Para el trabajador, la honestidad de un taxista no es algo que deba negociarse, sino una forma de vida que desea heredar como ejemplo a su familia. Marquina mencionó que se siente profundamente orgulloso de su sindicato, el cual ha tenido una presencia muy fuerte en Yucatán durante las últimas cinco décadas.
El impacto social de las buenas acciones en el transporte
Al tomar la palabra, el operador agradeció el gesto de las autoridades y confesó que nunca esperó recibir un homenaje de tal magnitud por simplemente hacer lo correcto. Aseguró que para él, la honestidad de un taxista tiene un valor mucho más alto que cualquier cantidad de dinero en efectivo que pudiera encontrarse. Su mayor satisfacción será llegar a casa y mostrarles a sus nietos el reconocimiento, demostrando que el trabajo honrado siempre trae las mejores recompensas.
Finalmente, este suceso refuerza la imagen de los servidores públicos en la región y pone en alto el nombre de los transportistas yucatecos ante todo el país. La honestidad de un taxista como Ramón Marquina invita a la reflexión sobre la importancia de la empatía hacia los adultos mayores y la responsabilidad civil. Historias como esta demuestran que, a pesar de las dificultades económicas, el compromiso con la verdad y la decencia sigue vigente en las calles de la ciudad.
Es importante mencionar que la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY) recomienda a los usuarios siempre verificar el número económico de la unidad antes de subir y, de ser posible, solicitar el ticket de servicio si el sistema lo permite. En caso de olvido de objetos valiosos, los ciudadanos pueden reportar el incidente a la línea de atención ciudadana de la ATY o acudir directamente a las oficinas del sindicato correspondiente, ya que existen protocolos internos de «Objetos Perdidos» diseñados para resguardar pertenencias y facilitar su entrega segura, tal como sucedió en este ejemplar caso.






