
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha emitido un fuerte comentario tras conocerse la destitución de la mandataria de Perú, Dina Boluarte, por «permanente incapacidad moral». Petro, quien siempre mantuvo una tensa y crítica relación con Boluarte, a la que consideraba una líder ilegítima, utilizó su plataforma social para lanzar una dura reflexión sobre la política peruana y la inestabilidad que azota a la nación.
El comentario central de Petro fue directo y mordaz: «La traición se la pagaron con traición». Esta frase hace alusión a la forma en que Boluarte llegó al poder en diciembre de 2022. Ella asumió la presidencia tras el polémico y fallido intento de golpe de Estado del entonces presidente electo Pedro Castillo, de quien era vicepresidenta. Petro siempre ha cuestionado la legitimidad de ese traspaso de mando.
El mandatario colombiano no se detuvo en el caso de Boluarte, sino que extendió su crítica para recordar la situación de Castillo. Petro lamentó que el presidente «elegido popularmente [siga] preso y sin ser condenado». Para el líder colombiano, la permanencia de Castillo tras las rejas es una violación grave, y afirmó que esta situación representa «la ruptura de la Convención Americana de Derechos Humanos».
Este señalamiento de Petro, que aboga por una discusión a nivel continental, sugiere que el proceso que llevó a la caída de Castillo y, ahora, a la de Boluarte, viola principios democráticos fundamentales. El Congreso de Perú aprobó la madrugada del viernes la moción de vacancia contra Boluarte en medio de una ola de inseguridad que afecta al país, volviendo a sumir a Perú en una profunda crisis institucional.
Con la destitución de Boluarte, el poder ha recaído en José Jerí, quien ejercía la presidencia del Congreso, según lo establece la legislación peruana. Este nuevo cambio en la cúpula del poder subraya la constante volatilidad política de Perú, un factor que Petro ha usado consistentemente para justificar su rechazo a la expresidenta, a quien percibía como una pieza más en el ciclo de inestabilidad y quiebre democrático que vive el país andino.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), a la que Petro alude, establece garantías fundamentales sobre el debido proceso y la protección judicial. Si bien la figura de la «vacancia por incapacidad moral» está en la Constitución peruana, ha sido criticada por organismos internacionales y juristas por su subjetividad, lo que la convierte en una herramienta fácil de usar para la destitución presidencial sin un juicio político o penal previo riguroso. El comentario de Petro, por lo tanto, no es solo una crítica a un suceso político, sino un llamado a reevaluar si los procedimientos internos del Perú están alineados con los estándares interamericanos que buscan proteger la voluntad popular expresada en las urnas y el derecho a la defensa de un líder electo.