QUINTANA ROO – 25-OCT-2025 – INTERNACIONAL. Un reciente estudio de la consultora Simon Kucher ha puesto al descubierto un sombrío panorama para el sector manufacturero: Alemania está perdiendo gran parte de sus inversiones industriales. La investigación, basada en una encuesta a 240 altos directivos de industrias de alto consumo energético como la química, el acero, el vidrio y el cemento, revela que un número significativo de empresas está optando por reubicar o posponer inversiones en el país. El problema, que combina altísimos costes energéticos con una creciente presión regulatoria, amenaza el futuro de la potencia industrial en Alemania.
Los datos de la encuesta, obtenidos entre julio y septiembre de este año, son preocupantes. Entre los responsables de empresas con base en Alemania, el 31% confirmó que está reubicando o expandiendo activamente su producción a otros continentes. A esto se suma un 42% que prefiere invertir en otros países europeos en lugar de en Alemania, o que simplemente está posponiendo sus planes de inversión en la nación por el momento. Este patrón de desinversión indica una profunda falta de confianza en el futuro económico y regulatorio del país.

Altísimos Costes Energéticos y Poca Confianza
La principal causa de esta fuga de capitales y producción son los altísimos costes energéticos, según Christiane Nelles, directora general de la Asociación Alemana de la Industria del Vidrio. El problema se agrava por el aumento de los precios de las emisiones de CO₂, ya que las grandes empresas europeas están obligadas a comprar certificados por cada tonelada que emiten. Esta combinación de precios energéticos y costes de emisión ha llevado a muchas corporaciones a perder la fe en su capacidad para reducir las emisiones sin sacrificar la competitividad de la producción industrial en Alemania.
Christof Gunther, director general de Infraleuna, operador de plantas químicas, confirmó la gravedad de la situación. Gunther lamentó que «muchas empresas no han podido utilizar plenamente sus instalaciones durante años y ahora no ven perspectivas de futuro». Su perspectiva es alarmante: «Actualmente, estamos perdiendo un valor añadido industrial masivo e irrecuperable en Alemania cada semana». Esta pérdida se traduce en cierres, reducción de capacidad y, finalmente, el traslado de la producción a regiones más competitivas.
Ayudas Insuficientes y Desafío Global
Las medidas de ayuda implementadas por el nuevo Gobierno federal han ofrecido pocas esperanzas a la industria. Por ejemplo, el Estado subvencionará las tarifas de la red eléctrica con 6.500 millones de euros el próximo año. Sin embargo, para una planta como la química de Leuna, esta ayuda solo representa entre el 2% y 3% de sus costes de electricidad. Gunther criticó que el impacto es «mínimo» para la industria de alto consumo de electricidad, lo que evidencia la insuficiencia de las políticas actuales para sostener la producción industrial en Alemania.
A los problemas internos se suman factores externos y un desafío de crecimiento global. Las regulaciones arancelarias modificadas por el expresidente estadounidense Donald Trump también ejercen presión sobre la industria alemana. Además, el país no logra seguir el ritmo de crecimiento de otras regiones, especialmente Asia-Pacífico, que se pronostica que representará alrededor del 70% del mercado químico mundial para 2030. Jan Hamer, socio de Simon Kucher, lo resume: las empresas están tomando decisiones de ubicación ahora porque «los altos costes energéticos, la incertidumbre política y la volatilidad de la economía global están reduciendo rápidamente el margen de maniobra».

El «Efecto China» y el Desplazamiento de la Producción de Energía



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