

El presidente de Argentina, Javier Milei, se encuentra hoy en Washington D.C. para una crucial reunión en la Casa Blanca con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Este encuentro, calificado por el Gobierno argentino como una «jornada histórica», busca sellar una alianza estratégica que reorienta la política exterior del país sudamericano hacia los Estados Unidos. La sintonía ideológica y personal entre ambos mandatarios es un factor clave que acelera este acercamiento, que tiene profundas implicaciones económicas y geopolíticas para toda la región.
La agenda bilateral es intensa y se centra en tres pilares fundamentales. En primer lugar, se discutirá la cooperación económica y el respaldo financiero de Estados Unidos, un punto vital para la administración argentina que busca estabilizar su compleja situación cambiaria. Este apoyo ya tuvo un antecedente con la reciente intervención del Tesoro estadounidense en el mercado cambiario argentino, un movimiento calificado como “histórico” que ahora se espera que se formalice y amplíe con posibles anuncios específicos.
Ejes Clave: Respaldo Financiero y Cerco a la Influencia China
El segundo y tercer punto de la agenda están íntimamente ligados: el respaldo financiero y la estrategia común para enfrentar el creciente avance de China en América Latina y, específicamente, en Argentina. El presidente Milei ha expresado su firme compromiso de reducir la influencia china en sectores sensibles de la economía argentina. Esto incluye la revisión de acuerdos importantes, como el swap de divisas en el Banco Central, y la posibilidad de bloquear inversiones en áreas estratégicas como las telecomunicaciones, tecnología y los minerales críticos o tierras raras.
Este acercamiento a Washington es visto como un espaldarazo a la postura de Milei de alinearse con Occidente. La presencia de la comitiva argentina en la Casa Blanca, a pocos días de las elecciones legislativas en su país, se interpreta como un fuerte apoyo político. Más allá de la política interna, el foco está en la desmantelación de proyectos de origen chino, como la base espacial en Neuquén, lo que reconfiguraría el equilibrio de poder en el Cono Sur.
La reunión de hoy con Trump no es la primera que tienen los mandatarios, pero sí la primera en la sede de la Presidencia de EE. UU. Este simbolismo de la Casa Blanca subraya la intención de ambos países de llevar la relación bilateral a un nivel de asociación de máxima prioridad. La búsqueda de nuevas oportunidades para las empresas estadounidenses en sectores claves de la economía argentina también forma parte de los intereses de la Casa Blanca en esta cumbre.
El «Efecto Avalancha de Dólares»