
25 de Septiembre del 2025.- Una advertencia contundente ha sido lanzada por uno de los historiadores más influyentes del mundo, Niall Ferguson, quien asegura que el continente europeo vive en un estado de negación frente a la nueva era de los conflictos armados. «He visto el futuro de la guerra. Europa no está preparada para ello», sentenció el académico de la Universidad de Stanford. Su análisis se basa en la rápida y brutal transformación del campo de batalla en Ucrania, donde la tecnología de drones ha redefinido por completo las tácticas de combate, dejando obsoletos los métodos tradicionales y exponiendo la vulnerabilidad de las naciones que no se han adaptado.
La realidad en el frente ucraniano es una muestra palpable de esta nueva era. Ferguson subraya el terror que infunden estas nuevas armas con una frase que, según él, se repite constantemente entre los soldados: «Si escuchas el zumbido, entonces estás muerto». Esta afirmación encapsula el impacto no solo táctico sino también psicológico de los enjambres de drones, que han convertido el conflicto en una carnicería vigilada y letal desde el aire. «La guerra del futuro ya está aquí, y no le tienes suficiente miedo», insiste el experto, señalando que la percepción europea del peligro es peligrosamente insuficiente.

La Lenta Reacción de Europa ante la Amenaza
Según el análisis de Ferguson, el problema no es que la amenaza sea desconocida, sino que no se ha comprendido su verdadera magnitud. A pesar de que países como Polonia, Rumanía y Estonia ya han sido testigos de cómo los drones rusos pueden penetrar en su espacio aéreo, sus líderes parecen no haber asimilado las profundas implicaciones de esta nueva realidad bélica. El historiador cuestiona si los gobiernos europeos han entendido que estas incursiones no son incidentes aislados, sino la manifestación de una nueva doctrina de guerra que puede afectar directamente su seguridad nacional en cualquier momento.

Frente a esta situación, la principal ventaja de Ucrania no ha sido su armamento convencional, sino su increíble capacidad de innovación para contrarrestar la superioridad numérica de Rusia. Sin embargo, Ferguson advierte que esta ventaja cualitativa tiene un límite y no puede compensar la creciente escasez de personal en el lado ucraniano. Este desequilibrio pone aún más presión sobre los aliados europeos, quienes, según el experto, tienen la responsabilidad de actuar con una decisión y velocidad que hasta ahora no han demostrado, dejando a Ucrania en una posición cada vez más precaria.

Un Llamado Urgente al Rearme y a un Cambio de Mentalidad
La hoja de ruta que propone Ferguson es clara y directa: Europa y el Reino Unido deben, en primer lugar, aumentar de forma masiva la asistencia financiera a Ucrania y, en segundo lugar, acelerar su propio rearme de manera drástica. El problema, denuncia, es que las instituciones de defensa europeas son lentas y burocráticas. «No están adquiriendo armas con la suficiente rapidez, ni produciendo las armas adecuadas, ni adaptando sus estructuras de fuerza a las lecciones aprendidas en Ucrania», afirma, señalando una desconexión total entre la realidad del conflicto y la respuesta institucional.