
La secretaria de Educación de Estado Unidos, Linda McMahon, dijo este lunes que el Gobierno de EE.UU. no otorgará nuevas subvenciones a la Universidad de Harvard, alegando que la prestigiosa universidad se había “burlado” del sistema de educación superior del país.
En una carta publicada en la red social X este lunes, McMahon afirmó que la universidad había “incumplido con sus obligaciones legales, sus deberes éticos y fiduciarios, sus responsabilidades de transparencia y cualquier atisbo de rigor académico”.
En esta carta, dirigida al presidente de Harvard, Alan Garber, McMahon señala que la universidad se ha “burlado del sistema de educación superior” de Estados Unidos, por lo que Harvard “dejará de ser una institución financiada con fondos públicos”.
McMahon añadió que Harvard podrá recurrir a su fondo de 53 mil millones de dólares y a sus adinerados exalumnos.

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La Administración de Trump ha dicho en repetidas ocasiones que la institución se ha visto invadida por la ideología izquierdista y el antisemitismo.
Por su parte, el mes pasado, Harvard demandó a la Administración Trump para impedir que el Gobierno cancelara 2 mil millones de dólares de fondos federales existentes.
La carta que McMahon escribió este lunes apunta a congelar las futuras subvenciones.
La misiva de hoy acusa a Harvard de violar el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos de 2023 que prohíbe las admisiones por motivos de raza, afirmando que “continúa incurriendo en un racismo atroz en sus facultades de pregrado y posgrado”, sin ofrecer detalles.
Estimado @Harvard : pic.twitter.com/XmMimXfkX0
— Secretaria Linda McMahon (@EDSecMcMahon) 5 de mayo de 2025
Con información de EFE.
Es un poco preocupante que una universidad tan prestigiosa como Harvard se vea afectada por decisiones políticas. La educación debería ser una prioridad, y congelar subvenciones no ayuda a mejorar el sistema. Al final, los que más sufren son los estudiantes y la calidad educativa.
Es una pena que se congelen las subvenciones a Harvard. La universidad tiene programas que benefician a muchos estudiantes y proyectos de investigación que podrían aportar mucho a la sociedad. Limitar el apoyo económico solo por diferencias políticas no parece la mejor solución. Al final, los que más pierden son los estudiantes y la comunidad académica.
Es una pena que se tomen decisiones así, porque al final los que sufren son los estudiantes y la calidad educativa. Harvard, como muchas universidades, necesita apoyo para seguir ofreciendo buenas oportunidades. Congelar subvenciones no parece ser la mejor manera de mejorar el sistema educativo.