
10 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- Un juez federal en Estados Unidos decidió detener el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en Los Ángeles, una medida que había sido ordenada por el expresidente Donald Trump. Con esta resolución, el magistrado estableció que el control de estas fuerzas debía regresar al gobernador estatal, reafirmando la autoridad local en situaciones de seguridad interna. La decisión llega en medio de un clima político tenso por las recientes protestas contra las autoridades migratorias, que habían sido parte del argumento utilizado para justificar el despliegue.
El juez Charles Breyer rechazó de manera clara la postura del Gobierno de Trump, que sostenía que las manifestaciones equivalían a un acto de rebelión que permitía tomar control federal de las unidades estatales. Según Breyer, ese argumento no cumplía con los criterios legales para activar una medida tan extraordinaria. Además, subrayó que la situación no alcanzaba el nivel de emergencia que justificaría sacar a la Guardia Nacional a las calles bajo autoridad presidencial.
Otro punto clave en el fallo fue la negativa del juez a aceptar la idea de que las decisiones presidenciales en materia de Guardia Nacional no pueden ser revisadas por los tribunales. Breyer señaló que permitir esa interpretación abriría la puerta a un uso desmedido del poder ejecutivo. Recordó que el sistema político estadounidense está diseñado para evitar abusos a través de límites claros entre poderes y supervisión judicial cuando es necesario.

Durante la audiencia, Breyer fue especialmente crítico al indicar que el Gobierno buscaba una autoridad presidencial sin contrapesos. La frase más comentada de su intervención fue que los acusados parecían querer “un cheque en blanco”, en referencia a la intención de ampliar las facultades presidenciales más allá de lo que la Constitución permite.








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