
21 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL- El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, concluyó este lunes su tratamiento de radioterapia contra el cáncer de próstata, diagnóstico que enfrenta desde 2023. Con 82 años, Biden celebró el cierre de su terapia tocando una campana en el centro médico de Penn Medicine, en Pensilvania, un gesto que simboliza el fin de esta etapa de su tratamiento. El momento fue compartido a través de un video publicado en Instagram por su hija, Ashley Biden, quien mostró su agradecimiento al personal médico que lo ha acompañado durante este proceso.
Detalles del tratamiento y seguimiento médico
El vocero del exmandatario señaló que aún no existe claridad sobre la necesidad de continuar con la radioterapia o iniciar terapias adicionales. Los especialistas que atienden a Biden mantienen bajo estricta supervisión su evolución, evaluando periódicamente posibles efectos secundarios y asegurando que el tratamiento haya sido eficaz para controlar el tumor.
El cáncer de próstata de Biden fue detectado durante un chequeo rutinario. Según su equipo médico, se trataba de un tumor localizado y de crecimiento lento, lo que permitió un abordaje oportuno y con pronóstico favorable. En aquel momento, los galenos destacaron que no se habían encontrado indicios de metástasis, lo que reducía significativamente los riesgos de complicaciones mayores.

Apoyo familiar y agradecimientos al personal médico
La hija del expresidente agradeció públicamente a los médicos y enfermeras que atendieron a su padre, destacando la dedicación y profesionalismo del equipo médico. Este gesto refleja también la importancia del acompañamiento emocional y familiar en la recuperación de pacientes con enfermedades graves, un factor que puede influir de manera positiva en los resultados clínicos.
Expertos en oncología señalan que la radioterapia en pacientes de edad avanzada requiere un manejo cuidadoso de la dosis y seguimiento cercano de efectos secundarios, especialmente cuando se trata de tumores localizados de crecimiento lento. En este contexto, la experiencia de Biden puede servir como ejemplo de la efectividad de los tratamientos modernos para cáncer de próstata.

Además del tratamiento médico, se destaca la importancia de los chequeos rutinarios. Detectar un cáncer en sus etapas iniciales aumenta considerablemente las posibilidades de éxito terapéutico, reduce la necesidad de tratamientos agresivos y mejora la calidad de vida del paciente. Este caso subraya la relevancia de la prevención y la detección temprana, sobre todo en personas mayores de 50 años.
El exmandatario continuará bajo vigilancia médica para asegurarse de que no existan recurrencias. Su equipo mantiene una comunicación constante con especialistas en oncología y radioterapia para decidir cualquier intervención futura, priorizando siempre su bienestar y salud general.