
15 de Diciembre del 2025.- El actual presidente de Argentina, Javier Milei, generó una nueva polémica internacional al utilizar sus redes sociales para opinar sobre el trágico ataque ocurrido recientemente en Australia. El mandatario vinculó directamente el suceso violento con la propagación de ciertas corrientes de pensamiento actuales, asegurando que las «ideas ‘woke’, izquierdistas y anticapitalistas» son las verdaderas responsables de crear un ambiente propicio para este tipo de agresiones mortales. Su declaración fue realizada a través de su cuenta oficial en la plataforma X, donde suele comunicarse sin filtros con sus seguidores y la prensa.
En su mensaje público, Javier Milei criticó duramente a los políticos y periodistas que enviaron sus condolencias tras el ataque, acusándolos de hipocresía. Según la visión del líder argentino, muchas de estas figuras públicas son las mismas que promueven las ideologías que él detesta y que, a su juicio, terminan derivando en violencia. Milei argumentó que existe una desconexión total entre lo que estas personas defienden políticamente y las consecuencias reales que, según él, sufren las sociedades libres debido a esas mismas ideas progresistas.
El posteo fue titulado por el propio Javier Milei como «disonancia cognitiva», un término psicológico que utilizó para describir la contradicción que percibe en sus opositores ideológicos. El presidente cargó contra aquellos que lamentan las muertes pero que, desde su perspectiva, están en las antípodas de su pensamiento libertario. Para Milei, no es posible lamentar el terrorismo si al mismo tiempo se apoyan doctrinas que, según su interpretación, validan el odio hacia ciertos grupos o el resentimiento social contra el capitalismo y la libertad individual.
Detalles del ataque armado
El incidente al que se refirió el mandatario ocurrió el domingo, cuando dos hombres armados se posicionaron en un puente y abrieron fuego contra una multitud en la playa de Bondi. En ese momento, había más de 1.000 personas reunidas en el lugar, lo que provocó un pánico generalizado. Las autoridades locales, encabezadas por el primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, confirmaron un saldo devastador de 16 personas fallecidas, entre las que se encuentra un oficial de policía que intentó detener la masacre y uno de los agresores.
La policía actuó rápidamente en la escena, logrando abatir a uno de los tiradores, mientras que el segundo atacante resultó herido y fue puesto bajo custodia en estado crítico. Además de los fallecidos, se reportaron al menos 29 heridos de diversa gravedad, incluyendo a otros dos agentes de seguridad. La investigación tomó un giro aún más oscuro cuando, al revisar la zona, los oficiales encontraron un vehículo estacionado perteneciente a los atacantes que contenía varios artefactos explosivos improvisados, lo que sugiere que planeaban causar aún más daño.
Confirmación de terrorismo
Las autoridades australianas no tardaron en calificar el tiroteo como un claro «incidente terrorista» diseñado específicamente para dañar a un grupo en particular. Según los reportes oficiales, el ataque fue planeado meticulosamente para golpear a la comunidad judía de Sídney en una fecha muy significativa. Esta confirmación refuerza la gravedad del evento que Javier Milei comentó, subrayando que no fue un acto de violencia al azar, sino un crimen de odio dirigido contra personas por su fe y su identidad cultural.






