
Tokio, la capital de Japón, está viviendo una situación climática sin precedentes, al registrar su décimo día consecutivo de calor extremo. Con temperaturas que superan los 35 grados Celsius en el centro de la ciudad, esta racha se ha convertido en la más larga de su historia. Ante el riesgo inminente de golpes de calor e insolaciones, las autoridades japonesas han emitido una serie de advertencias a la población para que extremen precauciones y tomen medidas para proteger su salud.
Este fenómeno no es un hecho aislado, sino que forma parte de un patrón de olas de calor cada vez más intensas y frecuentes en todo el mundo, un efecto directo del cambio climático, según los científicos. En 2025, Japón ya había vivido los meses de junio y julio más calurosos de su historia, estableciendo un sombrío precedente para la temporada de verano. La actual racha de altas temperaturas es una prueba más de cómo los patrones climáticos a nivel global están afectando directamente a la vida diaria de los habitantes en el país asiático.
Alerta nacional y medidas de prevención
Las autoridades meteorológicas han advertido que el calor extremo continuará, y se espera que las temperaturas alcancen los 38 grados en algunas zonas del archipiélago. Gran parte del territorio japonés, en especial las áreas costeras del Pacífico, se encuentra bajo alerta. En 22 de las 47 prefecturas del país hay vigente una advertencia oficial por el grave peligro de golpes de calor, lo que refleja la seriedad de la situación. La Agencia Meteorológica de Japón ha pedido a la población que evite las actividades al aire libre y se mantenga hidratada, ya que la situación podría empeorar en los próximos días.
La sensación térmica es un factor crítico en esta ola de calor histórica. En Japón, la combinación de la humedad con las altas temperaturas hace que la sensación real de calor sea hasta diez grados superior a la que marca el termómetro. Este fenómeno hace que el ambiente sea más agobiante y peligroso, lo que obliga a la población a tomar medidas adicionales de precaución. La diferencia entre la temperatura real y la sensación térmica es un recordatorio de que, incluso con un termómetro que no parezca alarmante, el riesgo para la salud sigue siendo alto.
El impacto del cambio climático en el archipiélago
El peligro de este calor no solo radica en el número que marca el termómetro. La elevada humedad de Japón, combinada con la temperatura extrema, crea una situación de riesgo para el cuerpo humano. Cuando el ambiente es muy húmedo, el sudor, que es el mecanismo natural del cuerpo para enfriarse, no se puede evaporar eficientemente. Como resultado, la temperatura corporal interna puede aumentar rápidamente, llevando a un golpe de calor. Este fenómeno es una de las principales razones por las que la Agencia Meteorológica de Japón y los expertos en salud insisten tanto en la importancia de mantenerse en lugares frescos y con aire acondicionado, sin importar la hora del día.