
16 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El Gobierno de Israel mantiene en suspenso la reapertura del paso de Rafá, que conecta la Franja de Gaza con Egipto, y ha advertido que, en caso de autorizarla, no permitirá el ingreso de ayuda humanitaria. Las autoridades israelíes aseguran que continúan los “preparativos” para permitir el tránsito de personas, pero descartan la entrada de suministros o asistencia destinada a la población civil.
El anuncio se da en medio de una creciente preocupación internacional por la situación humanitaria en Gaza, donde miles de familias permanecen sin acceso a alimentos, agua y medicinas. Diversos organismos humanitarios han solicitado que se abran corredores seguros para el ingreso de ayuda, argumentando que las restricciones agravan la crisis y aumentan el sufrimiento de la población.

El papel estratégico del paso de Rafá
El paso de Rafá es una de las principales rutas de comunicación entre Gaza y el exterior. Su reapertura depende de la coordinación entre Israel y Egipto, y cualquier decisión sobre su operación tiene repercusiones políticas y de seguridad. Egipto, por su parte, ha mostrado disposición a colaborar, pero teme un flujo masivo de refugiados hacia su territorio si se permite una apertura total del cruce.
Organizaciones internacionales como la ONU y la Cruz Roja han advertido que impedir el ingreso de ayuda podría considerarse una violación del derecho internacional humanitario, al limitar el acceso de la población civil a bienes esenciales. Hospitales en Gaza también han reportado escasez de combustible, situación que pone en riesgo la operación de generadores eléctricos y equipos médicos.

Autoridades israelíes justifican las restricciones señalando que parte de la ayuda enviada en el pasado fue desviada por grupos armados. Sostienen que mantener un control estricto sobre los suministros es una medida de seguridad necesaria. Sin embargo, analistas internacionales coinciden en que este tipo de decisiones complican las negociaciones diplomáticas y generan tensiones adicionales en la región.
Crisis humanitaria y consecuencias regionales
Egipto enfrenta un reto complejo al intentar equilibrar la asistencia humanitaria con la seguridad de su frontera. Ha reforzado la vigilancia en la zona del Sinaí y ha pedido a Israel mecanismos de coordinación más claros. Mientras tanto, miles de palestinos esperan una oportunidad para salir del enclave, lo que ha generado una acumulación de personas y condiciones sanitarias precarias cerca del cruce.
Estados Unidos ha manifestado su preocupación y ha solicitado que se permita el paso de suministros básicos. En Washington consideran que una crisis humanitaria prolongada podría tener consecuencias políticas y de seguridad más amplias en todo el Medio Oriente. No obstante, Israel insiste en que cualquier decisión dependerá de sus propias evaluaciones de seguridad.

Informes recientes de organismos internacionales indican que más de 80 mil personas se encuentran concentradas cerca del paso de Rafá, en condiciones de hacinamiento. Imágenes satelitales muestran la expansión de campamentos improvisados, donde la falta de agua y saneamiento ha comenzado a provocar brotes de enfermedades, especialmente entre niños y adultos mayores.