Israel colocó los explosivos en un lote de dispositivos buscapersonas fabricados en Taiwán y vendidos a Hezbolá en Líbano, que estallaron este martes causando miles de heridos, informó el diario The New York Times citando fuentes anónimas.
Hezbolá encargó a la empresa taiwanesa Gold Apollo unos tres mil aparatos que fueron manipulados por Israel antes de llegar al Líbano, detallaron al rotativo funcionarios de Estados Unidos y de otros países.
Hundreds of pagers blew up at the same time across Lebanon on Tuesday in an apparently coordinated attack that killed eight people and injured more than 2,700, health officials said. Hezbollah blamed Israel, but the Israeli military declined to comment. https://t.co/cJhGnNHVNG pic.twitter.com/CLyV5kQefn
— The New York Times (@nytimes) September 17, 2024
Los explosivos fueron implantados junto a la batería de cada uno de los buscapersonas con un mecanismo para poderlos detonar de forma remota.
Este martes los dispositivos recibieron un mensaje que simulaba provenir de la cúpula de Hezbolá, pero que en realidad sirvió para hacer estallar los explosivos, dejando al menos nueve muertos y más de dos mil 800 heridos, según cifras del Ministerio de Salud libanés.
Los dispositivos estaban programados para emitir un pitido durante varios segundos antes de la explosión.
Tanto Hezbolá como el Ministerio de Exteriores libanés atribuyeron el incidente a un “ataque cibernético israelí, en el que han sido detonados un gran número de mensáfonos”, mientras que el Estado israelí todavía no se ha pronunciado al respecto.
Es habitual que las autoridades israelíes mantengan una política de ambigüedad cuando se producen incidentes de este tipo. El país nunca ha llegado a reconocer el asesinato en Teherán del entonces líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque a finales de julio que Irán atribuye a Israel.
La Casa Blanca aseguró este martes que no tenía conocimiento previo de esta operación y negó cualquier tipo de implicación estadounidense.
Con información de EFE