28 JULIO 2025- INTERNACIONAL-Este lunes, Israel permitió el ingreso de 120 camiones con ayuda humanitaria a la Franja de Gaza como parte del primer día de las llamadas “pausas humanitarias”, que consisten en 10 horas de suspensión de operaciones militares. Estas medidas surgen en respuesta a la crítica situación de hambruna en Gaza, donde más de dos millones de personas enfrentan severas dificultades para acceder a alimentos. Según cifras oficiales del enclave —controlado por Hamás— ya se contabilizan cerca de 150 muertes relacionadas con la desnutrición.
La distribución de la ayuda está siendo gestionada por agencias de la ONU y organizaciones humanitarias internacionales. El organismo militar israelí COGAT informó que otros 180 camiones más se encuentran en espera de ser recogidos para su posterior distribución. Además, Israel retomó el lanzamiento aéreo de víveres ante la presión de la comunidad internacional, que exige acciones contundentes para evitar una catástrofe humanitaria de mayor escala.
Por su parte, la ONU calificó este movimiento como un “avance” e hizo énfasis en la necesidad de eliminar barreras aduaneras para facilitar el ingreso de alimentos, medicinas y combustible desde Egipto. Tom Fletcher, jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, advirtió que la situación sigue siendo alarmante: una de cada tres personas en Gaza no ha comido en días. También denunció que civiles están siendo atacados mientras intentan conseguir alimentos para sus familias, y que los niños están sufriendo niveles críticos de desnutrición.
Sin embargo, Hamás ha calificado estas pausas y el ingreso de ayuda como una “farsa”. La milicia islámica sostiene que buena parte de los camiones han sido saqueados bajo la vigilancia de drones israelíes y acusa a la comunidad internacional de complicidad. Señalan que solo 73 camiones lograron llegar al norte y sur de Gaza, y acusan a potencias como Estados Unidos de emitir “promesas vacías”. A esto se suman las cifras más recientes del Ministerio de Sanidad gazatí: 147 muertos por desnutrición, entre ellos 88 niños.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, negó rotundamente que exista una política de hambre hacia Gaza, e incluso afirmó que “no hay hambre en Gaza”. Responsabilizó a Hamás de robar la ayuda humanitaria y obstaculizar su distribución, señalando además a la ONU y otras organizaciones por generar un “cuello de botella” en los cruces fronterizos. Netanyahu reafirmó su objetivo de eliminar a Hamás tras los ataques de octubre de 2023 y defendió la ofensiva como un acto de protección a los civiles israelíes.
En paralelo, España ha anunciado el envío de 12 mil kilos de alimentos a Gaza, como parte de una misión humanitaria coordinada desde la Base Aérea de Zaragoza. Esta ayuda se suma a los esfuerzos diplomáticos que se realizan en Nueva York durante la Conferencia de Alto Nivel de la ONU, impulsada por Francia y Arabia Saudí. El ministro español José Manuel Albares ha sido enfático en su apoyo a la “solución de dos Estados” y pidió el fin de la violencia. Este gesto marca un posicionamiento más firme de algunos países europeos frente al sufrimiento civil en el enclave palestino.
