
17 JULIO 2025- Un ataque atribuido a Israel impactó la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, la única iglesia católica del enclave palestino, causando la muerte de al menos tres personas e hiriendo a varias más, entre ellas el sacerdote argentino Gabriel Romanelli. El templo funcionaba como refugio para unas 600 personas desplazadas, incluidos niños y personas con necesidades especiales, lo que ha provocado una ola de críticas a nivel internacional.
El Vaticano confirmó que el padre Romanelli resultó «levemente herido en una pierna» y expresó su profunda preocupación. El Papa León XIV declaró estar “profundamente entristecido” por la tragedia, recordando que el sacerdote argentino ha sido un sostén espiritual en medio del conflicto. Romanelli, quien lleva más de cinco años en Gaza, era uno de los principales referentes para los fieles cristianos atrapados en la Franja desde que comenzó la ofensiva israelí.

Las imágenes compartidas por medios árabes y la BBC muestran al sacerdote caminando con dificultad mientras intenta ayudar a heridos en el hospital Al-Ahli. El video refleja la magnitud del daño: el tejado de la iglesia fue alcanzado cerca de la cruz, y las ventanas quedaron completamente destrozadas. Esta escena ha sido interpretada por muchos como símbolo del colapso humanitario que se vive en Gaza.
Las condenas no se hicieron esperar. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, culpó abiertamente a Israel por el ataque y calificó sus acciones como “inaceptables”. Por su parte, el Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén también alzó la voz, denunciando una “violación flagrante de la santidad de la vida” y del carácter sagrado de los templos religiosos. Estas reacciones se suman a una creciente presión internacional sobre el gobierno israelí por su estrategia militar.

Según cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 58,500 personas han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí, cifra que la ONU y otros organismos internacionales consideran como la más confiable disponible. Las autoridades israelíes, por su parte, afirmaron estar “al tanto de los informes” y que las circunstancias del ataque a la iglesia están bajo revisión. Sin embargo, esta postura ha sido considerada insuficiente por varios líderes y analistas internacionales.
Lo que agrava la situación es que la iglesia había sido identificada como zona segura por organizaciones humanitarias. Incluso en días anteriores, la Media Luna Roja Palestina y otros entes de ayuda habían alertado sobre el aumento de desplazados en ese recinto. Además, fuentes locales informan que entre los fallecidos se encontraba una mujer embarazada y un menor de edad, lo que intensifica la gravedad del ataque no solo desde un punto de vista estratégico, sino humanitario y ético. Las imágenes satelitales y reportes de campo señalan que en la zona no había actividad militar de Hamás, lo que podría convertirse en elemento clave de una eventual investigación internacional.








