
El conflicto entre Irán e Israel ha escalado a niveles críticos tras una serie de bombardeos israelíes sobre la capital iraní, Teherán, y una respuesta de misiles desde territorio iraní. A pesar de que hasta ahora los ataques de Irán no han dejado víctimas mortales en Israel, la tensión crece y miles de civiles temen quedar atrapados en medio de una guerra abierta en la región. Ante este panorama, Irán lanzó una clara advertencia a Estados Unidos: cualquier intento de involucrarse directamente significaría desencadenar una guerra total.
Bombardeos y represalias
Durante la noche y la madrugada del miércoles, aviones de combate israelíes atacaron instalaciones clave en Teherán, entre ellas fábricas de centrifugadoras de uranio y componentes de misiles. Por su parte, Irán respondió con más de 400 misiles y drones, algunos de los cuales impactaron edificios residenciales en Israel. Aunque la intensidad de los lanzamientos ha disminuido, no hay señales de que alguno de los dos países quiera ceder terreno.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmail Baghaei, reiteró en una entrevista que cualquier movimiento militar de Estados Unidos se interpretará como una provocación directa. Recordó que miles de soldados estadounidenses están desplegados cerca de la región, dentro del alcance de misiles iraníes, lo que eleva aún más el riesgo de una escalada fuera de control.
Civiles huyen de Teherán
La población iraní vive momentos de angustia. Tiendas cerradas, largas filas para cargar gasolina y carreteras congestionadas por quienes intentan escapar de la capital reflejan el temor de una ofensiva aún más destructiva. El Gran Bazar de Teherán, símbolo de la actividad comercial, permanece prácticamente desierto, mientras explosiones y sirenas se escuchan constantemente en distintos puntos de la ciudad.
Los ataques israelíes ya han dejado un saldo trágico: según grupos de derechos humanos con sede en Washington, al menos 585 personas han muerto en Irán, incluidos 239 civiles. A pesar de esto, las autoridades iraníes se han mostrado reacias a reconocer públicamente el número real de víctimas, algo que ya ocurrió durante protestas pasadas, como en el caso de Mahsa Amini.
Tensión nuclear y advertencias
Israel justifica los bombardeos argumentando que pretende frenar la construcción de armas nucleares por parte de Irán. Sin embargo, Teherán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos y promete continuar enriqueciendo uranio, aunque esté a un paso técnico de fabricar armamento. Estados Unidos, por su parte, ha enviado más aviones de combate a la región y su presidente, Donald Trump, exige una «rendición incondicional» de Irán, advirtiendo al ayatolá Khamenei que conoce sus escondites.
Mientras tanto, el embajador de Irán en Ginebra subraya que las amenazas de Trump son «injustificadas» y que responderán con firmeza si se cruza alguna línea roja. La posibilidad de un alto al fuego parece lejana, especialmente cuando ambos bandos se acusan mutuamente de querer prolongar la guerra.
Israel reabre vuelos de repatriación
A pesar de la violencia, Israel reabrió su espacio aéreo para vuelos de repatriación, permitiendo que ciudadanos varados en el extranjero puedan regresar a casa. Dos vuelos procedentes de Chipre aterrizaron sin incidentes en Tel Aviv, mientras la población sigue alerta ante nuevas alarmas de ataque.
La verdad es que está bien que se hable de estos temas, pero a veces parece que solo se hacen para llamar la atención y no para buscar soluciones reales. Es importante que se tomen en serio y se actúe de verdad, no solo se quede en palabras.
Me parece genial que se hable de este tema, pero a veces siento que se queda corto en soluciones. Hay que hacer más para que las cosas realmente cambien y no solo se queden en palabras.