
27 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El domingo pasado, un helicóptero MH-60R Sea Hawk y un avión de combate F/A-18F Super Hornet de la Marina de Estados Unidos se estrellaron en el Mar de China Meridional en un lapso de apenas 30 minutos. Afortunadamente, los cinco tripulantes involucrados fueron rescatados sanos y salvos, según informó la Flota del Pacífico de la Armada estadounidense.
Accidentes casi consecutivos
El primer incidente ocurrió alrededor de las 14:45 horas cuando el helicóptero cayó al mar. Tres miembros de la tripulación fueron rescatados sin lesiones. Aproximadamente media hora después, el F/A-18F Super Hornet se estrelló en la misma área, y sus dos pilotos lograron eyectarse con éxito, siendo recuperados posteriormente por los equipos de rescate.

La Armada destacó en un comunicado que la causa de ambos accidentes aéreos está bajo investigación y que no se trató de incidentes relacionados, descartando cualquier actividad sospechosa. La seguridad de todo el personal fue confirmada y se mantiene estable.
Declaraciones del presidente Trump
El presidente Donald Trump, en camino a Tokio, comentó que los accidentes podrían deberse a “combustible malo” u otras causas, pero afirmó que no había indicios de situaciones ocultas o intencionales. La investigación oficial de la Marina podría arrojar resultados en los próximos días, según anticipó el mandatario.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ofreció asistencia humanitaria a Estados Unidos tras los accidentes, reflejando la sensibilidad que provocan los incidentes militares en una región tan estratégica como el Mar de China Meridional, donde varias naciones disputan soberanía y Estados Unidos mantiene operaciones regulares de libertad de navegación.

Históricamente, los portaaviones estadounidenses han enfrentado percances similares. Durante despliegues recientes en Oriente Medio, el USS Harry S. Truman y otros barcos experimentaron incidentes con F/A-18 y helicópteros, sin que se reportaran víctimas fatales. Esto evidencia un patrón que pone en relieve la complejidad y riesgos operativos en estas maniobras militares.
El USS Nimitz se encuentra en su último despliegue antes de ser dado de baja y regresa a la Base Naval Kitsap en Washington tras meses de operaciones en Oriente Medio. Expertos señalan que estos accidentes, aunque aislados, podrían generar revisiones en los protocolos de seguridad aérea de la Marina y en la logística de mantenimiento de los portaaviones.

Por su parte, analistas internacionales subrayan que incidentes de este tipo, aunque no causen víctimas, pueden escalar tensiones en el Mar de China Meridional, considerando la disputa territorial con China y los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos con Filipinas. Esto agrega un componente geopolítico relevante a la seguridad naval.
Finalmente, la combinación de factores técnicos, humanos y estratégicos hace que la investigación de estos accidentes aéreos sea crucial, no solo para determinar causas específicas, sino también para mejorar la seguridad de las operaciones futuras y evitar incidentes que, aunque menores, podrían tener repercusiones mayores en la región.




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