
La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) divulgó el 5 de agosto de 2025 un informe final de 335 páginas que concluye que la implosión del Titan el 18 de junio de 2023, frente a las costas de Terranova durante una inmersión al naufragio del Titanic, fue una tragedia evitable. La responsabilidad recae directamente sobre OceanGate, la empresa dueña y operadora del sumergible.
La estructura del Titan, construida con un casco de fibra de carbono y extremos de titanio, presentaba fallas críticas en su diseño e ingeniería. Los materiales utilizados no contaban con certificación independiente y no fueron sometidos a pruebas no destructivas exigidas para operar a 4 000 m.
Investigadores detectaron que OceanGate evitó procesos de certificación oficiales, empleó tácticas de intimidación para silenciar críticas y clasificó a pasajeros como “especialistas en misión” para evadir regulaciones.
El informe señala una cultura interna hostil donde quien cuestionaba las decisiones técnicas —como el exdirector de operaciones marinas David Lochridge— fue despedido tras denunciar los problemas, pese a advertir sobre ventanas certificadas solo para 1 300 m, un tercio de la profundidad operativa.
Años antes de la implosión, ya había experiencias de anomalías acústicas y deformación del casco durante inmersiones no tripuladas, señalando posible fatiga estructural. Estas señales nunca fueron analizadas con rigor.
A pocos días del accidente fatal, se reportó un incidente en una inmersión anterior en que el Titan sufrió una avería que provocó sacudidas internas y desorientación entre los ocupantes; aunque no hubo heridos graves, fue una señal preocupante que fue minimizada.
El CEO Stockton Rush, muerto en la implosión, es señalado en el informe como el principal responsable de omitir protocolos de seguridad. De haber sobrevivido, el documento recomienda considerar cargos criminales en su contra.
En paralelo, familiares de víctimas como Paul‑Henri Nargeolet presentaron demandas por negligencia grave y angustia mental, alegando que la tripulación sabía que el vehículo estaba fallando durante el descenso.
Autoridades canadienses también abrieron una investigación de seguridad por la operación del Titan durante una expedición a bordo de un buque con bandera canadiense.
El informe insta a modernizar regulaciones de la industria subacuática, estableciendo un proceso de certificación oficial para submersibles, actualización de normativas y mayor supervisión internacional, dado el creciente interés en turismo profundo.
Desde el accidente, OceanGate suspendió todas sus operaciones indefinidamente y sus redes sociales y sitio web fueron desactivados, aunque la entidad legal aún existe bajo el liderazgo de Gordon Gardiner desde agosto de 2023.