
26 de Agosto 2025.- Las intensas y prolongadas lluvias en Querétaro han provocado una emergencia en el estado, afectando principalmente a los municipios de Amealco de Bonfil y San Juan del Río. En el «Pueblo Mágico» de Amealco, la tormenta que se inició el lunes y continuó hasta la madrugada del martes ha dejado un número indeterminado de viviendas bajo el agua. La situación ha movilizado a las autoridades locales, quienes han habilitado varios albergues para resguardar a las familias afectadas.
El presidente municipal de Amealco, Óscar Pérez Martínez, confirmó a través de un videomensaje los reportes de casas inundadas y aseguró que la administración está trabajando para atender la emergencia. La inundación de viviendas ha forzado a cinco familias a ser trasladadas a albergues, y se espera que el número aumente a medida que se evalúan los daños. Este tipo de eventos pone de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades rurales y urbanas frente a fenómenos meteorológicos extremos.
San Juan del Río activa protocolos preventivos
A escasos kilómetros de Amealco, la situación en San Juan del Río también es de alarma. La Dirección de Protección Civil del municipio ha implementado un protocolo de prevención debido al crecimiento del río San Juan. Las autoridades han tomado la medida de cerrar los puentes vehiculares y peatonales que cruzan el afluente para evitar cualquier riesgo para la población.
Este protocolo busca prevenir una catástrofe similar a la ocurrida el fin de semana pasado, cuando las inundaciones en los condominios Agaves Cristal 5 y 6 afectaron a 14 viviendas, provocando la pérdida de bienes materiales. La experiencia previa ha llevado a las autoridades a tomar medidas más proactivas, pero el hecho de que estas situaciones se repitan constantemente subraya la necesidad de una infraestructura más resiliente y de una planificación urbana que considere los riesgos hidrológicos.
Un llamado a la acción y a la reflexión
Las lluvias atípicas han evidenciado una problemática recurrente en Querétaro: la falta de capacidad de la infraestructura urbana para manejar grandes volúmenes de agua. Tanto en Amealco como en San Juan del Río, y también en Corregidora y la capital queretana, se reportan encharcamientos e inundaciones en zonas industriales y residenciales. El encharcamiento en la avenida Constituyentes en la capital es un ejemplo claro de cómo una vía principal puede quedar paralizada.
Esta situación invita a una reflexión crítica sobre la inversión en sistemas de drenaje y el ordenamiento territorial. Los daños por inundación en el estado son una muestra de que las obras realizadas hasta ahora no son suficientes para el reto que representan las temporadas de lluvias cada vez más intensas.
Vulnerabilidad y respuestas insuficientes
El hecho de que el presidente municipal de Amealco no haya podido dar una cifra exacta de viviendas afectadas y que la respuesta inicial se centre en habilitar albergues, si bien es una medida necesaria, puede considerarse como una reacción ante el desastre en lugar de una acción preventiva. Es evidente que la capacidad de respuesta de los municipios se ve rebasada, y es crucial que se fortalezcan los protocolos de emergencia y la coordinación entre los distintos niveles de gobierno.
La problemática de las inundaciones en Querétaro
El problema de las inundaciones en Querétaro no es nuevo. Cada año, durante la temporada de lluvias, diversas zonas del estado sufren las consecuencias de la crecida de ríos y la falta de drenaje adecuado. La rápida urbanización de zonas de riesgo, como lechos de ríos o áreas con suelos de baja permeabilidad, contribuye a agravar el problema.
Un enfoque preventivo y constructivo
Más allá de la asistencia a los afectados, es imperativo que las autoridades estatales y municipales se enfoquen en soluciones a largo plazo. Esto incluye la modernización de los sistemas de drenaje, la creación de infraestructura de captación de agua pluvial y la promoción de un desarrollo urbano más sostenible. La recurrencia de las inundaciones en Querétaro exige que se pase de la simple reacción a la planeación estratégica para proteger el patrimonio y la vida de los ciudadanos.