
La ciudad de Chositi, India, enfrenta una de las peores tragedias de los últimos años tras las devastadoras inundaciones que dejaron un saldo de 60 muertos y más de 150 heridos. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento de ríos y el colapso de varias zonas habitacionales, obligando a miles de familias a abandonar sus hogares. Autoridades locales confirmaron que los equipos de rescate continúan trabajando a contrarreloj en la búsqueda de personas desaparecidas.
De acuerdo con los reportes oficiales, más de 10 mil habitantes fueron evacuados hacia albergues temporales instalados en escuelas y centros comunitarios. Sin embargo, la magnitud del desastre ha generado una crisis humanitaria, con escasez de agua potable, alimentos y medicamentos. Los hospitales en la región se encuentran saturados, lo que ha complicado la atención de los heridos y aumentado la preocupación por brotes de enfermedades.
Rescate y búsqueda de desaparecidos
Brigadas del ejército indio, junto con equipos de Protección Civil y voluntarios, se desplegaron en las zonas más afectadas. Las labores incluyen el uso de helicópteros y embarcaciones para llegar a comunidades que quedaron incomunicadas por el agua. Testigos relatan escenas dramáticas en las que familias enteras quedaron atrapadas en los techos de sus viviendas esperando ser auxiliadas.
El primer ministro indio expresó sus condolencias a las víctimas y aseguró que el gobierno central enviará recursos adicionales para atender la emergencia. Además, se habilitó una línea de apoyo para que las familias reporten a personas desaparecidas y puedan acceder a asistencia inmediata. Según medios locales, más de 200 personas continúan sin ser localizadas, lo que mantiene la cifra de víctimas en constante actualización.
El riesgo climático en la región
Expertos en meteorología señalaron que el caso de Chositi es un ejemplo del impacto del cambio climático en el sur de Asia. La región, propensa a lluvias monzónicas, ha registrado en los últimos años precipitaciones más intensas y menos predecibles, lo que aumenta la vulnerabilidad de las comunidades rurales. Investigadores advierten que, sin un plan de infraestructura más resistente y sistemas de alerta temprana efectivos, tragedias como esta podrían repetirse con mayor frecuencia.
Asimismo, un informe reciente del Banco Asiático de Desarrollo advierte que las pérdidas económicas por desastres naturales en India superan los 80 mil millones de dólares anuales. La combinación de urbanización acelerada, deforestación y falta de planeación urbana agrava los efectos de fenómenos climáticos extremos como el ocurrido en Chositi.
En conclusión, la tragedia en Chositi no solo pone en evidencia la fragilidad de la región frente a las lluvias torrenciales, sino también la urgencia de adoptar medidas de prevención y resiliencia. Mientras los equipos de rescate trabajan sin descanso, miles de familias esperan recuperar la calma en medio de una de las peores emergencias humanitarias de los últimos años en la India.